Sobrarbe

SOBRARBE - ENERGÍAS RENOVABLES

Movilización en La Fueva para frenar un parque solar de 420 hectáreas

Los ayuntamientos han recibido solicitudes y las promotoras ya tienen terrenos  

Pancartas en contra de los proyectos de parques solares en La Fueva.
Pancartas en contra de los proyectos de parques solares en La Fueva.
S.E.

El valle de La Fueva se ha movilizado frente al interés de promotoras de crear un gran parque solar de cerca de 420 hectáreas. Las empresas han solicitado informes de compatibilidad urbanística en los ayuntamientos de La Fueva, donde dos instalaciones sumarían 280 hectáreas; y Palo, donde iría una de entre 140 y 150. Aunque algo ya sabían, lo que ha alterado la tranquilidad de este valle del Sobrarbe es que han llamado uno a uno a los propietarios para conseguir terrenos y algunos han firmado contratos de arrendamiento para 30 años. Con todo, les falta mucha información. El parque fotovoltaico ocuparía desde Palo a Morillo de Monclús y la vista no alcanzaría.

No es el primer lugar en el que se fijan empresas promotoras. Acciona, por un lado, y la empresa andaluza Magtel, por otro, plantearon construir un gran parque solar flotante sobre la lámina de agua del cercano embalse de Mediano, pero el Ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe aprobó recientemente una moratoria de un año para impedir cualquier instalación de más de 5 hectáreas en todo el municipio y de 1 hectárea en Mediano. De hecho, la energía producida en La Fueva se evacuaría por la línea de alta tensión conectada a la central de Mediano, esta última explotada por Acciona. Según explica el alcalde de La Fueva, Ramón Laplana, Red Eléctrica de España ha concedido las autorizaciones para la evacuación de 150 megavatios de energía por dicha línea.

En Palo, la petición de compatibilidad la ha realizado la empresa Lider Acttitude, mientras la zaragozana Syder hizo una exposición general el pasado verano en La Fueva y trabaja para conseguir las tierras. Con todo, ni el alcalde de La Fueva ni la alcaldesa de Palo, Begoña Dorado, que se reunirá próximamente con los promotores, conocen todavía los detalles de la operación. Esta última resalta el “malestar” que ha generado en la zona el interés de las promotoras.

Por el momento, el Ayuntamiento de La Fueva ha solicitado un informe a los servicios jurídicos de la Diputación Provincial y otro urbanístico al técnico municipal. “Una instalación así sería dañina para el valle y el sector agroganadero, así que nos vamos a oponer”, indica el alcalde de La Fueva, Ramón Laplana, que se planteaba que uno de unas 100 o 120 hectáreas en determinadas zonas podría ser viable, aunque rechaza uno de estas dimensiones. Ni en Palo ni en La Fueva, según sus alcaldes, podían aprobar en principio una moratoria al carecer de plan urbanístico.

Con todo, “hay un problema sí o sí porque, aunque no ha habido confrontación, hay gente que ha firmado; y también lo puedo entender. Pero tenemos que ver qué queremos, que se quede el pueblo para venir en verano o un desarrollo para que venga gente a vivir aquí”, indica Dorado, en una clara apuesta por la continuidad del sector primario y del turismo. En todo caso, entiende que un proyecto de este tipo tendría que tener una contraprestación, por ejemplo, para que el valle se diferenciara por ser autosuficiente. “A la gente hay que darle algo a cambio y sostenible para todos”, asegura.

Con el lema ‘La Fueva no se vende’, los vecinos han organizado una plataforma que ha recogido unas 330 firmas en contra, en un municipio de 600 habitantes, y ha colgado pancartas. Su portavoz y concejal del equipo de gobierno del Ayuntamiento de La Fueva, Carlos Espluga, resalta que no existe una oposición a proyectos particulares de energías renovables, pero sí a que llegue una empresa de fuera para crear uno tan grande por la “afección paisajística”. “El problema es que hay propietarios que han firmado y contra eso los jóvenes agricultores o ganaderos no pueden competir”, indica Carlos Espluga, ya que han ofrecido 1.100 euros al año por hectárea, mientras que un agricultor paga entre 60 y 200 como máximo.

“Contra el derecho individual no se puede hacer nada, pero una cosa es que alguien se monte una instalación pequeña, y otra cosa es un parque de 420 hectáreas”, recalca. “La Fueva está apostando por ser un destino turístico, por la agricultura y la ganadería y esto podría dejar sin futuro a muchos jóvenes”, indica Espluga.