Aragón invertirá 670.000 en el panteón real del Monasterio de San Victorián

El Gobierno aragonés invertirá un total de 670.000 euros hasta finales de 2023 en las obras de restauración y conservación del palacio abacial del Monasterio de San Victorián, un panteón real de la Corona de Aragón ubicado en el municipio pirenaico de El Pueyo de Araguás, en la comarca del Sobrarbe.

Así lo ha anunciado este miércoles el consejero de Educación y Cultura del Gobierno aragonés, Felipe Faci, durante una visita al antiguo monasterio junto a la directora general de Patrimonio Cultural, Marisancho Menjón, ha informado el Ejecutivo regional.

Estas obras se suman a otras intervenciones que el Gobierno de Aragón está realizando en el conjunto de panteones reales de la Comunidad con la finalidad de poner en valor su riqueza patrimonial.

San Victorián, considerado por los expertos como uno de los monasterios más antiguos de España, forma parte de la red de panteones reales impulsado por el Gobierno de Aragón, junto con los de San Pedro el Viejo, San Juan de la Peña y de Sijena, y el Castillo de Montearagón.

Según ha explicado Faci, el proyecto, cuya licitación se prevé para el próximo mes de mayo, prevé la restauración y consolidación del ala noroeste, debido a su avanzado estado de deterioro.

Las actuaciones previstas consisten en el recalce de la cimentación, la restauración de paramentos verticales, el arriostramiento de los forjados y la sustitución de la cubierta.

Por otro lado, es necesario desescombrar algunas estancias de la zona sur del palacio abacial, con el objetivo de profundizar en el conocimiento del monumento y mejorar el sistema de recogida de aguas y evitar así filtraciones al terreno.

Felipe Faci ha insistido en el compromiso del Gobierno aragonés con este monumento de "gran valor histórico y artístico, que se ha convertido en uno de los principales focos turísticos de la Comunidad y al que el Gobierno de Aragón ha destinado desde el año 2005 más de un millón de euros".

Ha explicado que en ese año comenzaron una serie de trabajos de consolidación de sus estructuras, a los que siguieron el acondicionamiento del conjunto para visitas guiadas y actuaciones en el refectorio y la biblioteca.

Posteriormente, ya en 2017 se intervino en las murallas y el torreón perimetral y se recuperó el antiguo camino del Real Monasterio de San Victorián.

El consejero ha señalado que la rehabilitación de este monasterio "tiene especial trascendencia para el Sobrarbe por ubicarse en un lugar estratégico y en una zona muy despoblada que está haciendo grandes esfuerzos en rehabilitar rutas y en recuperar senderos tradicionales, todo ello gracias a la colaboración de las instituciones".

Un año después, se efectuaron actuaciones de acondicionamiento y seguridad necesarias para la incorporación de nuevos espacios del Monasterio al recorrido de las visitas guiadas, en concreto, la zona de los huertos del cura y de las monjas, sus recintos y recorridos anexos.

En ese mismo 2018, se procedió a la mejora de la iluminación del templo, gracias a un acuerdo con Red Eléctrica de España, que mejoró la visibilidad en el interior de la torre y el monasterio.

Ya en 2021 se realizaron obras en el patio del palacio abacial al objeto de seguir ampliando la zona visitable del monasterio, así como profundizar en el conocimiento de este monumento de los orígenes de Aragón.

Cuando finalice esta legislatura, el Gobierno de Aragón habrá invertido en este monumento 1,7 millones euros de desde 2005, según Faci.

Además, a todas las actuaciones citadas se añade la redacción de un estudio histórico y la redacción de un Plan Director de Actuaciones arqueológicas por importe de 8.000 euros.

El Monasterio de San Victorián, Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento desde marzo de 2002, es considerado por algunos historiadores como el monasterio más antiguo de España, al situar su origen en la época visigoda, en el siglo VI.

Durante años sirvió como panteón real, acogiendo los restos de Íñigo de Arista y Gonzalo I.

El Real Monasterio de San Victorián constituye un conjunto arquitectónico monacal del siglo XVI formado por diferentes construcciones, ubicado en un lugar montañoso y aislado y rodeado por un recinto amurallado.

El recinto del monasterio se compone de una Casa Abadía, una Hospedería y dos construcciones rectangulares entre sí y dispuestas en torno a un espacio abierto con una fuente y una cruz.

En el centro se dispone el claustro de la comunidad, cuya crujía oriental es el único vestigio de la construcción medieval sobre la que se levantó el nuevo monasterio.

La iglesia, del siglo XVIII, tiene tres naves, en origen cubiertas por una bóveda de cañón con lunetos encamonada, y cabecera recta, y adosada a la iglesia destaca una gran torre de planta cuadrada y dos cuerpos en altura, tras la cual se encontraba el cementerio.