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JUSTICIA

Daniela Valencia: "Por miedo y pánico le clavé el cuchillo"

La acusada del presunto asesinato a su expareja, Geovanny Valencia, en febrero de 2020 en Broto ha comparecido este lunes en la Audiencia Provincial

Vista del juicio por el Crimen de Broto, este lunes en la Audiencia Provincial de Huesca.
Vista del juicio por el Crimen de Broto, este lunes en la Audiencia Provincial de Huesca.
Verónica Lacasa

Daniela Valencia, de 24 años y de nacionalidad colombiana, que mató a su expareja, Geovanny Valencia, de la misma nacionalidad, en el domicilio de este en la localidad de Broto, al que asestó cuatro puñaladas una de ellas en el corazón ha indicado este lunes en respuesta a la fiscal, que actuó movida por "el miedo y pánico" que le había infringido su expareja por una infidelidad con  otro joven, en los hechos que se produjeron el 14 de febrero de 2020. 

Unos hechos por los que las acusaciones solicitan condenas de prisión de entre 20 y 25 años, al tipificar los hechos de asesinato con alevosía y que, en el caso del letrado de la acusación particular, añadía el agravante de parentesco. Mientras que la defensa ha indicado que su representada se movió por "el miedo insuperable"  ha solicitado la libre absolución.

En un largo interrogatorio de más de tres horas de duración, Daniela Valencia ha contestado todas las preguntas del ministerio Fiscal, acusación particular y su propia defensa, en las que ha esgrimido los continuos acosos, insultos y agresiones verbales y en ocasiones físicas que sufría por parte de su expareja, hasta que se desencadenaron los hechos el 14 de febrero del  2020.

Precisamente, ese día la joven había acudido al domicilio de su expareja para tratar de recuperar el perro que se había llevado Geovanny el día anterior, tras dos rupturas y los intentos de este en continuar la relación e impedir que Daniela abandonara la localidad de Broto como ya le había anunciado.

Todo comenzó con la ruptura de la relación sentimental de tres años y medio que la pareja tenía en septiembre 2019, tras enterarse Geovanny de que Daniela tenía un amante.  "Geovanny me decía que estaba dispuesto a perdonar mi infidelidad para que volviera con él y yo me sentí culpable por haberle sido infiel", ha expresado. A finales de ese mismo año, trataron de retomar la relación aunque ha reconocido que en esos momentos se produjeron constantes muestras de desconfianza de Geovanny Valencia hacia ella.

Tras decirle que iba a dejar Broto donde vivía en casa de sus padres para irse a vivir a Benasque, Daniela Valencia ha relatado que Geovanny le quitó su perro y se lo llevó a su casa. "Él me decía que no me lo iba a dar para retenerme y no poderme ir", ha expresado.

En respuestas a las preguntas de la fiscal, la acusada ha relatado que acudió el 14 de febrero en torno a las 17:30 horas al domicilio de su expareja sin avisarle para recuperar su perro, que se encontraba en la planta superior de un dúplex aprovechando que el se encontraba trabajando en el bar trabajando. En su descripción de los hechos, ha explicado que cuando accedió a la planta superior, escuchó a Geovanny entrar en la vivienda al que se encontró al salir de la escalera.

En su relato de los hechos, Daniela ha indicado que se encontró a Geovanny en la puerta de la habitación. "Cuando nos encontramos, el me sigue insultando", momento en el que, según la acusada, "Geovanny coge mi cabeza con la manos y me golpea dos veces en el marco de la puerta". Según ha expresado, "lo veía demasiado agresivo e impulsivo pero ese día estaba fuera de límite y de si mismo".

Acto seguido, ha recordado que Geovanny cogió un cuchillo de la cocina y se dirige hacia ella, hasta ponerse por detrás y ponerle el cuchillo en el cuello con la mano derecha mientras que con la mano izquierda le sujetaba para mantenerla inmovilizada. "Nunca había sentido tanto pánico y miedo como ese día. Geovanny no entraba en razón", ha relatado. En ese momento, ha descrito que "el cuchillo me lo pasa por delante del cuello dos veces" además de recibir heridas con la punta del cuchillo de cocina en la nuca se dirige hacia ella y con el cuchillo en la mano le dice "o eres tu o yo". Y ha continuado: "Cogí el cuchillo y por miedo y pánico se lo clavé", ha relatado la acusada quien afirma desconocer si lo realizó una o dos veces. 

Una declaración que difiere de la calificación fiscal, que describe que la acusada le asestó cuatro puñaladas con un cuchillo de cocina de manera sorpresiva y repentina, una de las cuales le perforó uno de los pulmones y la tercera atravesó la aurícula derecha del corazón provocándole la muerte y sin que este tuviera posibilidad de defenderse.

En su declaración este lunes ante la Audiencia Provincial de este caso que enjuicia un jurado popular, la acusada ha relatado tras caer Geovanny al suelo y darse cuenta de que lo había matado, "sentí miedo, pánico y shock. No podía creer lo que había hecho".

Tras los hechos, ha relatado que dejó al perro, se autoinfringió heridas en el pecho con el mismo cuchillo un par de veces e incluso se asomó por la ventana con la intención de suicidarse. "Al final, me pongo el jersey y decido irme de casa".

La acusada también ha indicado que cogió ropa de los armarios de Geovanny que rajó con un cuchillo.

Acto seguido, ha comentado que se lavó las heridas y se puso un jersey para irse a su casa, donde se cambió las mallas ensangrentadas por unos pantalones y se marchó del coche sin rumbo. En el camino, ha indicado que paró en un viaducto "con la intención de tirarme pero no pude hacerlo por cómo me sentía".

Después se dirigió a la localidad de Yebra de Basa donde pasó la noche dentro del vehículo y al día siguiente (15 de febrero), llamó con un teléfono prestado a su tía y fue detenida. "Yo no quería quitarle la vida a Geovanny ni hacerle daño. Fueron las circunstancias del momento las que me llevaron a hacerlo", ha relatado.

En respuesta a las preguntas del letrado de la acusación particular, Marcos Francoy, Daniela ha relatado que fue ella quien decidió poner fin a la relación pese a que "él quería volver conmigo, m retiene el perro y se lo lleva a su casa. A él le molestaba que no volviera con él". Todas las situaciones "en las que me insultaba, escupía... no se las tenía en cuenta porque le pedía perdón". Y ha reiterado la desconfianza hacia ella. 

Antes de la declaración de la acusada, el abogado que representa a la familia de la víctima ha recalcado que "Daniela acosaba a Geovanny con llamadas por teléfono, lo perseguía, lo tenía amenazado y le hacía la vida imposible" y ha considerado "que Daniela no asumió que Geovanny le dijera que ponía fin a la relación".

"Si no le contestaba rápido por teléfono, aparecía en mi casa sin avisar y luego se volvía al bar donde estaba trabajando", ha comentado la acusada en respuesta al letrado que se encarga de su defensa.

También ha recordado que durante el tiempo en el que Daniela trabajó con Geovanny en el bar de Broto, "a él le molestaba enseñarme, todo lo parecía mal". Y ha recalcado "que siempre que veía a Geovanny el sentimiento de culpa de haberle sido infiel me hacía volver a él".

El letrado de la defensa, Eladio Mateo Ayala, este lunes en la entrada a la Audiencia Provincial.
El letrado de la defensa, Eladio Mateo Ayala, este lunes en la entrada a la Audiencia Provincial.
Pablo Segura

El letrado de la defensa también ha anunciado que en el juicio expondrán su versión del estado mental de la acusada dos peritos psiquiátricos de reconocido prestigio frente "a las carencias del procedimiento". Según el el letrado de Daniela, "Geovanny no admitió que Daniel tuviera una relación de amistad y empieza a ponerse peor hasta el punto de hacerle la vida insoportable". Y ha añadido que su representada responde al perfil "de un chica maltratada"