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medio ambiente

Las impurezas degradan el glaciar de Monte Perdido

Un estudio del centro BC3 ha revelado que aceleran la fusión del hielo y modifican su movimiento

Estado que presentaba el glaciar de Monte Perdido en el mes de julio de 2023.
Estado que presentaba el glaciar de Monte Perdido en el mes de julio de 2023.
M.J.L.

Las impurezas presentes en el hielo del glaciar de Monte Perdido modifican el movimiento del glaciar y aceleran potencialmente su degradación, según un estudio dirigido por el investigador del centro vasco para el cambio climático BC3 Nicolás González-Santacruz.

La investigación, publicada en la revista Annals of Glaciology, es pionera en analizar exhaustivamente la interacción de distintos elementos dentro del hielo de los glaciares de montaña y, según sus responsables, ofrece perspectivas sobre su comportamiento ante la crisis climática.

Según el BC3, el glaciar de Monte Perdido, enclavado en el Parque Nacional de Ordesa, ha sufrido una pérdida de superficie del 12,9 % entre 2011 y 2020, lo que se atribuye al cambio climático antropogénico.

El centro vasco ha evidenciado que los modelos de predicción dibujan un panorama preocupante al indicar que el glaciar podría desaparecer en los próximos 50 años si se mantienen las tendencias climáticas actuales.

La investigación dirigida por González-Santacruz ha realizado un análisis microestructural de un núcleo de hielo de 2017 del glaciar de Monte Perdido, que tenía una capa de impurezas de color marrón rojizo. El estudio ha revelado que estas impurezas modifican significativamente la estructura interna del hielo.

Según ha explicado el investigador se ha encontrado “una relación directa entre el aumento de la presencia de partículas y la aparición de granos de hielo más pequeños y más irregulares -menos redondeados- que, según muchos estudios anteriores realizados en hielo polar, probablemente facilitan el movimiento interno del glaciar”.

El descubrimiento preocupa, según los expertos, porque los investigadores suponen que los cambios microestructurales observados podrían acelerar el flujo del glaciar hacia zonas más cálidas y bajas, lo que provocaría un deshielo más rápido.

Para González-Santacruz, los resultados pueden dar pistas sobre “lo que está ocurriendo en glaciares de características similares en todo el mundo; es decir, pequeños glaciares cercanos a grandes núcleos de población”.

Aunque las fuentes de las impurezas halladas pueden ser diversas, los resultados del estudio sugieren que las partículas presentes en el núcleo de hielo del glaciar Monte Perdido proceden probablemente de episodios de deposición de polvo del desierto del Sáhara, que debido a la crisis climática serán más frecuentes en un futuro próximo en los Pirineos, según el BC3.

El responsable de la investigación ha abogado por realizar estudios para validar los hallazgos citados. “El declive de estos glaciares puede conducir a la escasez de agua, afectando a la agricultura, a la vida silvestre y a los seres humanos”, apunta.