Somontano

SOMONTANO - TRADICIONES

Barbastro se prepara para celebrar este domingo su Fiesta del Crespillo

Este año se recordará a la cocinera Dorita Mur, que no faltó a la cita anual desde la primera edición

Barbastro se prepara para celebrar este domingo su Fiesta del Crespillo
Barbastro se prepara para celebrar este domingo su Fiesta del Crespillo
Á.H.

BARBASTRO.- La Fiesta del Crespillo se celebrará este domingo en Barbastro en la plaza del Mercado organizada por el Grupo Tradiciones y el Ayuntamiento con el apoyo de la Asociación Empresarios Somontano de Barbastro (AESB) y catorce establecimientos asociados que aportan materias primas para la elaboración aproximada de 14.000 crespillos entre cocineros y cocineras distribuidos entre 15 hornillos. Tres se reservan para celiacos por iniciativa de la crespillera Paca Auré, El Grado, localidad invitada que relevará a Pozán de Vero y el hornillo infantil.

Este año se incorporan, por primera vez, dos hornillos de la Asociación Down y de Atades como novedad en 26 ediciones consecutivas. La elaboración de crespillos a base de hojas de borraja se iniciará a las diez de la mañana, en la Plaza del Mercado, con intención de distribuirlos entre el público a partir de las doce. En el transcurso de la mañana sonarán las notas de Los Gaiteros del Somontano. Este año se recordará a la cocinera Dorita Mur que no faltó a la cita anual desde la primera edición celebrada en el Coso.

En el condimento de crespillos se emplean 80 kilos de harina y de azúcar, mucha docenas de huevos, medio centenar de litros de leche, 220 litros de aceite, 24 botellas de anís, dos kilos de anís en rama, dos cajas de levadura y dos de gaseosa. Los viajeros del primer autobús organizado por la Ruta del Vino Somontano degustarán los crespillos entre el numeroso público asistente a la fiesta social.

En la historia de 25 años se elaboraron cerca de 200.000 crespillos de los cuales 130.000 son de la última década, según datos basados en consumo de este postre típico vinculado al domingo más próximo a la Encarnación (24 de marzo) conforme la tradición de localidades altoaragonesas donde se celebrara el rito de la preñez de las oliveras.