Somontano

OJO AVÍZOR

Adiós al Pedro I de Barbastro con instantáneas para el recuerdo

Varias generaciones de alumnos del colegio han pasado en los dos últimos meses por la entrada para inmortalizarse ante el edificio  

El antiguo colegio público Pedro I tiene fecha de caducidad
El antiguo colegio público Pedro I tiene fecha de caducidad
Á.H.

El antiguo colegio público Pedro I tiene fecha de caducidad y el derribo anunciado para construir el nuevo centro de Salud ha dado paso a numerosas sensaciones emotivas de ex alumnos, ex alumnas y profesores de manera que ha sido un “peregrinaje” continuo hasta las escaleras de acceso en calle Martín Frago. Se puede decir que “el colegio Pedro I está de moda” expresión que recuerda el mensaje “Barbastro está de moda” que acuñaron los comerciantes locales, hace años, en la etapa de Carlos Ferrer Oliván como presidente del sector.

A partir de la primera visita “de añoranza”, realizada el 24 de noviembre de 2022, por treinta alumnos del primer curso de Bachiller Elemental que se iniciaron el 1963 y finalizaron en junio de 1970 en la etapa del Instituto de 2ª Enseñanza de Barbastro, Instituto de Enseñanza Media y Profesional, han sido numerosos los grupos que se dieron cita en la puerta. El último, probablemente, ha sido este sábado porque la demolición del edificio central está prevista durante la semana entrante.

La foto reunió a la promoción de primeras alumnas en el Instituto Laboral en el curso 1966-1967 que rompieron moldes en enseñanza pública de Barbastro, “donde no era usual la incorporación de mujeres estudiantes” según recuerda Lourdes Mora. Dos profesores, Joaquín Piedrafita y María Jesús Gutiérrez se sumaron a la noble causa del recuerdo en las escaleras del edificio que se construyó hace más de 80 años en tiempos de la II República Española.

Los barbastrenses saben que en los terrenos cedidos por el Ayuntamiento se llevará a cabo la construcción del nuevo centro de Salud por iniciativa del Gobierno de Aragón que ha consignado 8.394.132 € entre dos anualidades. La ejecución del proyecto ha sido una demanda social desde 2006 cuando se detectaron las necesidades en el informe del Servicio de Evaluación del Departamento de Calidad y Consumo. El centro de Salud construido en 1965 se considera el más pequeño en Aragón y entre los más obsoletos para 24.000 usuarios de las comarcas de Somontano, Sobrarbe y Ribagorza.

En la historia de Barbastro -a partir de 1950- es la cuarta demolición que afecta a colegios desde el antiguo de San Vicente de Paúl en la calle Escuelas Pías para dar paso a las nuevas instalaciones en Camino Real de Zaragoza. Las “Escuelas nacionales” se derribaron para la construcción del nuevo colegio La Merced que duró pocos años, afectado de aluminosis. En su lugar, muy cerca, se levantó el actual en calle beato Obispo Florentino Asensio.

En el barrio del Entremuro se conservan las antiguas “escueletas” sede social de la Asociación de Vecinos. Aguanta con firmeza el colegio san José de Calasanz Escolapios desde 1721. El censo moderno se completa con CEIP Alto Aragón -que celebró 50 Años- y el Pedro I; IES Hermanos Argensola -que sustituyó al Instituto Laboral- y Martínez Vargas. 

“Las sensaciones son emotivas. Estuve 32 años en el colegio”

Paco Durán fue el último director que cerró la puerta del colegio público Pedro I en cuyas aulas enseñó durante 32 años desde que se incorporó en 1978 hasta 2010. Además, fue director del nuevo colegio durante un año hasta su jubilación. “El colegio no era independiente, entonces, dependíamos de la Escuela Hogar (Alto Aragón), luego se separaron porque era un volumen grande y fui el primer director, un tiempo pasé a ser jefe de estudios mientras Ramón Bosch asumió la responsabilidad directiva y en los últimos diez años volví a Dirección hasta el final”.

Paco Durán fue el último director que cerró la puerta del colegio público Pedro I.
Paco Durán fue el último director que cerró la puerta del colegio público Pedro I.
Á.H.

Alumnos de varias generaciones han aprovechado los últimos días para dejar constancia gráfica en las escaleras por las que entraron tantos años. Los antiguos profesores se han sumado para los recuerdos desde que anunciaron las obras de demolición para llevar a cabo la construcción del nuevo centro de Salud.

“Las sensaciones son emotivas, quieras o no, se siente porque estuve durante 32 años, día a día, en el colegio. Por otra parte, piensas que se pierde para un buen fin porque el centro de Salud requiere de un cambio total y ha llegado el momento después de reivindicarlo durante años”, señala Durán. En la misma línea, “por desgracia, este centro se ha utilizado muy poco desde que se cerró en 2010 y ¡qué vas a hacer!, nos quedaremos con el recuerdo en espera de que sirva para una gran obra. No puedo decir otra cosa”.

De todas maneras, “sí, es verdad que tenemos sensaciones encontradas cuando te reúnes aquí con generaciones de alumnos y alumnas para dejar constancia gráfica. No sé, tampoco podría decir que sea un desastre el derribo. Tal vez, las cosas tendrían que haberse planteado en su momento. Reconozco que es más fácil hablar que tomar decisiones. A lo mejor, se podría haber compaginado para actividades. Si, realmente, el nuevo centro de Salud requiere terreno, pues, lamentándolo, vamos a darlo por bien empleado”.

Desde que cerró la puerta al final del curso 2009-2010 vez no había regresado al colegio, “hasta hace unos días que entramos para fotos. Este edificio nunca estuvo mal, con los compañeros recordamos que en 32 años no tuvimos problemas importantes. Lo que pasa que las condiciones y la distribución de espacios para la matrícula de alumnos que teníamos eran nefastas, muchas barreras arquitectónicas, entre otras cosas. El colegio necesitaba un espacio nuevo pero el edificio, como tal, ha estado bien, siempre”.