TRIBUNALES
Las acusaciones piden rebajar la condena a un joven enjuiciado por presunta agresión sexual a una menor en Barbastro
La Fiscalía ha rebajado la solicitud de pena de 25 a 20 años mientras que la defensa reitera la petición de libre absolución para su representado
La vista oral por la que se enjuicia a un joven de 23 años como presunto autor de agresión sexual a una menor de 15 años en Barbastro, cometido entre los años 2018 y 2020 ha quedado vista para sentencia con una petición de la rebaja de la condena de las acusaciones de 25 a 20 años de cárcel mientras que el letrado de la defensa ha reiterado la petición de libre absolución para su representado.
En su exposición de conclusiones, la letrada del Ministerio Fiscal, Victoria Arenere, ha resumido que la testigo fue interrogada "al sentirse acosada" por su agresor, y presentó denuncia en 2021, dos años después de que ocurrieran los hechos y tras mantener ambos una relación sentimental que mantuvieron entre 2018 y 2020.
A raíz de las declaraciones realizadas por la testigo en su declaración en 2021, la fiscalía recuerda que en los hechos concurre el "delito de maltrato habitual psicológico y emocional" hasta el punto que llegó a reconocer en declaraciones que "era tóxica". A raíz de las versiones ofrecidas por diferentes testigos durante el proceso, la letrada ha explicado el "control férreo o habitual sobre la víctima, evitando que accediera a fiestas o acudiera a quedar con amigas". Además considera que concurre el delito de acoso, al reclamarle una condena de dos años de prisión "al obligar a la menor a modificar su comportamiento en la vida cotidiana".
También le ha atribuido un delito de coacciones, en relación al hecho de que tras la ruptura de ambos en febrero de 2020, él le amenazó con "quitarse la vida" si no volvían juntos.
Por otro lado, la Fiscalía ha descartado el delito de vejaciones injustas del presunto agresor hacia si víctima "al no quedar demostrado".
El Ministerio Fiscal ha reclamado 6 años de prisión por delitos contra la libertad sexual, al declarar la víctima que tuvo que "adoptar una decisión rápida pese a que ella no quería estar con él y decirle que no estaba preparada para mantener relaciones"
Asimismo estimó que existía una diferencia de edad entre los dos, de 15 años ella y 23 años él y por tanto de "madurez sexual". Se trata de relaciones "de un consentimiento viciado" en las relaciones de la menor con el acusado.
Respecto a la agresión sexual, la Fiscalía ha reclamado 8 años de prisión para el acusado a raíz de las declaraciones vertidas por la víctima a la Guardia Civil. "Ella no quería tener relaciones y aún así el procesado continuó y cuando vio que lloraba, paró", ha argumentado la Fiscalía quien ha solicitado al tribunal que se mantengan la orden de alejamientos del acusado sobre la víctima.
Por su parte, el letrado de la acusación particular, José Miguel Ballabriga, también ha aludido a la cuestión de la diferencia de madurez entre el joven y la menor. "Ella se sintió presionada a mantener relaciones con una persona mucho mayor", en relación a los ocho años de diferencia entre ambos, por lo que ha solicitado al tribunal que se condene al acusado por un delito de abuso sexual a una menor de 16 años.
Según este abogado que defiende a la víctima, "el acusado tenía conocimiento de la ilicitud de su comportamiento".
Y por parte de la defensa, el abogado Alejandro Sarasa, ha mantenido la petición de libre absolución para su representado al entender que se trataba "de una relación sexual consentida" y ha reforzado su declaración en que los tutores legales o padres "consentían esa relación sentimental". Y ha relatado que "no se pueden cubrir la ausencia de pruebas por actos de fe al producirse los hechos en la clandestinidad".
En caso de no aplicarse la eximente completa para su representado, el letrado de la defensa reclama la atenuante incompleta con un condena de año y medio de prisión.
Testigos y periciales
Antes de las conclusiones de las partes, diferentes testigos propuestos para su declaraciones por la defensa han comparecido en la vista oral de de este jueves.
Uno de los amigos del acusado ha declarado que tras romperse la relación de la pareja, "se veía que el que iba detrás era él (el acusado) y que ella seguía quedando con el".
Otro de los amigos de la pareja, que hizo de enlace entre ambos antes de que se conocieran, y cuando estos salieron juntos ha afirmado que "se trataba de una relación normal y corriente y que sabía todo el mundo".
Una amiga de la pareja que también ha declarado este jueves ha reconocido que la joven que sufrió los presuntos abusos "no contaba toda la verdad y seguía quedando con él".
Los peritos de la Policía Judicial de Huesca han argumentado que después de entrevistarse con la joven, la relación tóxica y las amenazas, entre otras circunstancias, "nos hace pensar que era víctima de violencia de género" apoyado también con pruebas de la denunciantes con correos y mensajes por wasaps. Además, han indicado que la joven "tenía miedo de encontrarse por la calle" a su expareja y han esgrimido que concurría "la tendencia de manipulación de libro" del joven sobre la menor. En cualquier caso, han determinado que el acusado "no presenta dificultades en su comportamiento".
Por su parte, los peritos forenses han esgrimido la dificultad de establecer criterios de madurez un tiempo atrás de que hubieran producido los hechos aunque si han aclarado que existía "una diferencia de maduración biológica".
