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Pepa Bueno: "Es la historia de una herida muy antigua y de muchas pérdidas"

La escritora y periodista ha presentado en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner de Huesca, ‘Vidas arrebatadas: los huérfanos de ETA’

Alberto Sabio, Pepa Bueno y Esther Puisac conversaron sobre el libro
Alberto Sabio, Pepa Bueno y Esther Puisac conversaron sobre el libro
DPH

‘Vidas arrebatadas: los huérfanos de ETA’ (Editorial Planeta) es la historia “de una herida muy antigua y de muchas pérdidas”. Es la historia de dos huérfanos, José Mari y Víctor, que a los 13 y 11 años, respectivamente, lo pierden todo, “a su padre, a su madre, a su hermana. Pierden su casa, sus recuerdos, sus juguetes, sus amigos, la ciudad en la que se han criado, que era Zaragoza, y lo pierden en un instante, en el instante que ETA detona 250 kilos de amonal”. Pero este libro, que supone el debut literario de la periodista Pepa Bueno, también es “recuperar esa parte de nuestra memoria que ha estado más oculta y que la constituye la manera en que los supervivientes de los atentados tienen que barajar las cartas de la vida otra vez, cuando les falta todo”.

Así lo ha relatado la autora a los medios de comunicación en Huesca, momentos antes de la presentación de esta obra en el salón de actos del Centro Cultural Manuel Benito Moliner, a la que han asistido 127 personas, el aforo permitido, y que escucharon en primera persona este desgarrador episodio de nuestra historia reciente, en una conversación que ha mantenido Pepa Bueno con la también periodista Esther Puisac y con el director del Instituto de Estudios Altoaragoneses, Alberto Sabio.

Bueno ha dicho que era “muy emocionante” para ella esta presentación en la capital oscense, “porque es en Huesca, concretamente en el cuartel de la Guardia Civil de Novales, donde se encuentran los dos hermanos”.

Y es que, después de perderlo todo tras el atentado en la Casa Cuartel de Zaragoza en 1987, “se perdieron entre ellos, estuvieron sin verse durante varios años, y Víctor, el pequeño, vino a buscar a su hermano que estaba ejerciendo en el cuartel de Novales. Hoy estamos muy cerca de donde todo empezó y de los lugares donde transcurre la vida de los protagonistas del libro”.

Pepa Bueno ha reconocido que estas vidas arrebatadas llegaron a ella “por casualidad. Ellos llegan a la conclusión de que quieren contar su historia, y se lo dicen a un amigo periodista, y ese amigo les comenta que la tienen que poner en manos de Pepa Bueno”, que cuando leyó las notas que José Mari escribía para su psicóloga, “vi que allí estaba el infierno y que eso había que contarlo”.

De hecho, “hasta hace tres años José Mari y Víctor no habían hablado entre ellos de lo que les había pasado”. El hermano mayor empezó un tratamiento específico como víctima del terrorismo en el año 2011, y Víctor, aún hoy, “en las muchas conversaciones nuestras que grabamos, no le pone las palabras que definen su tragedia. A él le cuesta decir atentado, le cuesta decir la muerte de mis padres. Él siempre habla de lo que ocurrió, lo que nos pasó, aquello que hubo... Le cuesta, todavía hoy, poner palabras precisas a su tragedia”.

Pese a todo, Pepa Bueno ha asegurado que “ellos no tienen rencor”, pero sí “mucha desconfianza ante las instituciones, antes las personas, ante la vida en general”, y que depositaran en ella esta historia íntima, le hace sentir una persona “privilegiada porque ellos hayan querido que sea yo la que lo cuente”.

Siguen en contacto. Entre los tres se ha establecido una vinculación afectiva “porque no habían hablado nunca y me lo contaron a mí”, y ella lo ha compartido a través del libro ‘Vidas arrebatadas: los huérfanos de ETA’, que muchos de los que han acudido a la presentación ya habían leído, lo que les ha permitido intercambiar impresiones con Pepa Bueno, ya que al final del acto ha firmado ejemplares, que también han podido adquirir quienes lo han deseado en el punto de venta que instaló la librería Anónima.