Cultura

FESTIVAL INTERNACIONAL EN EL CAMINO DE SANTIAGO

Reconocimiento de Carlos Núñez a un avanzado Alfonso X el Sabio en su concierto en La Ciudadela

El concierto del gallego fue uno de los más esperados de esta edición del festival

Carlos Núñez, a la izquierda, con uno de sus músicos.
Carlos Núñez, a la izquierda, con uno de sus músicos.
FICS

Carlos Núñez ofreció este jueves uno de los conciertos más esperados del XXX Festival en el Camino de Santiago, organizado por la Diputación Provincial de Huesca (DPH). Una vez más, el Polvorín de la Ciudadela de Jaca reunió a un gran público, hasta completar aforo, esta vez para homenajear a Alfonso X el Sabio en el 800 aniversario de su nacimiento, con el programa Cantigas de Santa María.

El encuentro fue la mejor mezcla entre música y aprendizaje y, con calidad, todo un ejemplo de cómo ganarse al público con naturalidad, con un don innato para captar la atención sobre los sonidos y las palabras. Algo que supo hacerse desde el primer minuto, cuando el músico gallego hizo su entrada por el lado opuesto, acercándose poco a poco al escenario, tocando la flauta con delicadeza mientras paseaba entre los asistentes. Algo que repetiría más adelante con la gaita para demostrar la potencia y la fuerza de este instrumento tan representativo de su carrera, capaz -según explicaron- de superar en decibelios por sí mismo al volumen de un concierto de ACDC.

Aunque pudiera parecer que están a años luz una música de la otra, lo cierto es que las Cantigas son más modernas de lo que se piensa. No por años de antigüedad, si no por sus sonidos, ritmos y modos, muy presentes en muchos de los géneros más actuales.

Carlos Núñez quiso reconocer la figura y el gran trabajo de Alfonso X, una persona muy avanzada a su tiempo, a quien le gustaban las mezclas y dar protagonismo a todas las tradiciones. Gracias a él y a su equipo de trovadores, hoy existen las Cantigas, un documento de valor incalculable, y considerada obra cumbre de la Edad Media.

Y gracias a Núñez y a sus músicos, piezas como las Cantigas o el Dum Pater -himno de peregrinos del siglo XII-, fueron muy accesibles y contemporáneas para todo el público de Jaca.