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Carrera eleva el traje típico de Ansó a la categoría de alta costura en ‘Trasunto’

El diseñador de Estadilla muestra en una exposición su visión actual del traje tradicional

El diseñador de moda Enrique Carrera entre las dos jóvenes ansotanas que se prestaron como modelos.
El diseñador de moda Enrique Carrera entre las dos jóvenes ansotanas que se prestaron como modelos.
Javier Navarro

Ansó comienza este viernes tarde la celebración por el 50 aniversario del Día de Traje Ansotano con la inauguración de una exposición del joven diseñador de moda estadillano Enrique Carrera, en la que eleva la categoría de traje tradicional a colección de pret-á-couture.

Bajo el título Trasunto se esconde una reinterpretación del traje tradicional ansotano que, compuesta tanto por prendas de alta costura como por varias fotografías de la colección, nace de la inspiración que proporcionaron los retratos de Joaquín Sorolla sobre las mujeres del valle a este diseñador de moda de Estadilla.

Carrera explica a este periódico que la exposición, que se inaugura este viernes, a partir de las 20 horas, en la Torreta Medieval de Ansó, está “hecha desde el cariño y el respeto porque es una responsabilidad que sin ser de allí me haya hecho su historia propia”, aclara, pero, en este sentido, revela que lo hizo porque se trata de algo que “vemos como patrimonio de todo los aragoneses”.

El diseñador apunta que le gusta la idea de que esta vestimenta no se quede en algo tradicional, sino “que sea actual y trasmita la fuerza de las ansotanas a la mujer de hoy” pero, sobre todo, quería dar a conocer su historia a través de los seis looks, de ocho prendas, que ha confeccionado y los cuales se mostrarán durante todo este fin de semana en Ansó, junto a más de una decena de fotografías de la colección tomadas, por dos fotógrafos aragoneses, en diferentes escenarios de la localidad jacetana, en las que se pueden ver las prendas inspiradas en el traje tradicional con joyas prestadas por el ropero municipal, en dos modelos que, “en realidad, son dos chicas ansotanas que no tienen ninguna relación profesional con el modelaje”.

El motivo de esta elección, desvela Carrera, es que “me hacía más ilusión que alguna chica del pueblo quisiera hacer de modelo y no se puede pedir más porque lo hicieron súper bien y lo pasamos bien y, de este modo, podría cerrar el ciclo”.

La exposición, que se mostrará este sábado en horario de mañana, de 12 a 13.30 horas, y tarde, de 17 a 19:30, y este domingo por la mañana, de 10:30 a 13:30, ha contado con la ayuda del Ayuntamiento de Ansó, que ha colaborado en la financiación de la colección y con el apoyo de los vecinos, “que me han demostrado su afecto”.

La investigación es la clave

Carrera confirma que sintió la necesidad de dar a conocer, “por un lado, la historia de las Golondrinas de Ansó, es decir, las mujeres que se iban a finales de septiembre a Francia a trabajar en una fábrica de alpargatas, y, como las golondrinas, regresaban en primavera y, por el otro, a las mujeres vendedoras de té y hierbas, que encontró en las pinturas de Sorolla, y que recorrían cientos de kilómetros a pie para vender en las grandes ciudades lo que se conocía como té de Francia. Pero es que además, había otras mujeres de ese valle que iban a balnearios a trabajar como criadas, porque es que allí las mujeres se movían”. Así, el diseñador admite que descubrió “estos movimientos femeninos que me parecieron muy característicos porque mostraban las necesidades de la época y el empoderamiento de las mujeres que debían buscarse la vida”. Insiste en que “me parece bonito poder hacer ropa inspirada en mujeres tan fuertes para una mujer actual”.

Y todo ello, revela que fue por casualidad. “Todo comenzó cuando buscaba mi trabajo fin de grado, en mi cuarto año del Grado de Diseño de Moda, en 2020, que estudiaba en Zaragoza, y hacía un tiempo había encontrado en una revista de arte un artículo que hablaba de las mujeres ansotanas que había retratado Sorolla y me llamó la atención que un pintor de fama internacional se interesase por aquellas mujeres de un pueblo recóndito de Aragón, así que empecé a investigar y cuanto más investigaba, más me interesaba el tema”, cuenta.

Por cierto, la nota final de este trabajo del diseñador, quien abandonó sus estudios de Ingeniería de Diseño Industrial por la moda, fue de sobresaliente.

En primer lugar, relata, visitó el Museo Sorolla, después el Convento de las Descalzas Reales, “que es donde Sorolla conoció a las ansotanas”, puntualiza, y comenzó a investigar sobre los movimientos migratorios de las mujeres ansotanas del siglo pasado y la trayectoria artística de Sorolla y “por qué retrató a estas mujeres”. Claro que, por otro lado, añade, “investigué sobre los orígenes del traje y su evolución, ya que ha bebido de varias modas de la época, los elementos y los tipos, y me centré en los femeninos aunque también hay inspiración de los masculinos”.

Aunque añade que ha sido necesario conocer la funcionalidad de cada traje y cada ornamento para poder plasmarlo en la colección. Y es que asegura que tras recabar toda la información era complicado pasarlo a la parte de diseño porque “es tan rico y variado, con tantos elementos y tantos materiales, que es difícil elegir algo característico que no sea una replica del traje”; por eso, relata que “al final fui tomando siluetas, usando el color y actualizando tejidos, por ejemplo, la basquiña plisada, que es lo más característico, que es de paño de lana, lo trasladé a la actualidad usando mikados, los plisados tradicionales del cuello de la camisa los plasmé en crep satén plisado, que ya es un plisado industrial, y las camisas, en algodón y linos que hacían las mujeres del valle, las he actualizado con organza”.

Otras de las prendas más características en que se ha inspirado Carrera para su colección es “el paño negro del traje de novia, llamado següelo, lo hice en una variedad de seda, muy utilizado en la alta costura”.

Pero además ha tenido muy en cuenta los “aderezos” que acompañan al traje y que forman parte de él “porque se ponían y se quitaban según la funcionalidad del día”.

“Lo he plasmado haciendo mis propios escapularios, que los bordé a mano con motivos de protección como son la mano, el ojo y el corazón”, explica, y añade que “aunque tradicionalmente hacían alusiones a figuras religiosas, he preferido representar elementos protectores porque el pensamiento mágico también estaba muy presente en el traje”.

También hay mucha información en los dos bolsos que ha elaborado, ambos en mikado con bordados. Uno muestra una golondrina, el otro, rojo con flores de membrillo, alude al segundo retrato de una ansotana que hizo Sorolla.

Por otro lado, confiesa el diseñador altoaragonés que “esta colección tiene mucho de personal y la he conectado con mi propia historia”. En primer lugar, porque es un homenaje a su abuela, fallecida recientemente, que fue quien le trasladó la afición por la buena costura y, en segundo, porque sintió afinidad entre la historia de su familia de Estadilla y las mujeres ansotanas ya que “mis ancestros también tuvieron que emigrar en busca de una vida mejor, por ejemplo, mi abuelo Enrique nació en Francia porque mis bisabuelos iban cada año en la temporada de la vendimia y fue embarazada ese año o mi bisabuela materna, que marchó de sirvienta a Barcelona a una casa de las pudientes de mi pueblo”.

Aragón, siempre presente

A pesar de su juventud, no es la primera vez que Carrera, quien asegura tener muchos referentes como Balenciaga, Pertegaz, María Grazia Chiuri o Simon Porte Jacquemus, mezcla tradición aragonesa y modernidad en sus colecciones, pues la primera la inspiró en las majas de Goya, la segunda en el agua, con alusiones a los caudales del Pirineo o la falta de agua de Los Monegros y, la tercera, la más autobiográfica, inspirada en el viaje de un estadillano, él, de Erasmus en Francia. “Me siento muy conectado a mis raíces, por eso hay tanto de Aragón en mis colecciones”, afirma.

Actualmente, tiene pendiente mostrar esta misma exposición, Trasunto, en la Casa Ansotana del Museo de Zaragoza, y “ya estoy con los preparativos de las tercera Aragón Fashion Week, que se celebra en septiembre, con una colección inspirada en los años 80”.