Cultura

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El Bosque Sonoro atrajo a más de 3.200 personas en su segunda edición

El festival presenta un balance marcado por la cancelación de los actos de 2021

Gran éxito del festival en Mozota.
Gran éxito del festival en Mozota.
E.B.S.

Cuatro meses después de la que tendría que haber sido su tercera edición, el festival El Bosque Sonoro hace balance anual en un ejercicio de transparencia cargado de sinceros agradecimientos. Los organizadores destacan el papel de los asistentes, los voluntarios, los patrocinadores, las entidades y las empresas que han confiado en un proyecto fraguado en plena pandemia y con un objetivo triple: impulsar el sector cultural, dinamizar el entorno rural y la regeneración medioambiental.

Tras la primera edición del festival en septiembre de 2020, el único creado en plena pandemia y por el que pasaron 2.500 asistentes, en julio de 2021 llegó una segunda cita con la que comenzó a consolidarse como uno de los eventos más originales y medioambientalmente sostenibles del país, con un concepto inédito: un escenario natural en pleno bosque con “nidos” (espacios delimitados con maderas) para disfrutar de conciertos de pie y junto a tu grupo de amigos. Una segunda edición cuyo cartel contó con grandes iconos de la historia de la música indie como La Habitación Roja, Iván Ferreiro y Niños Mutantes, y propuestas como las de Iseo Dodosound, Viva Suecia, La Pegatina o Irregular Roots, que atrajeron a más de 3.200 personas.

Todo un éxito para un proyecto que nació en la pequeña localidad de Mozota (Zaragoza), de la mano de un grupo de vecinos que durante el confinamiento pensaron en esta vía para fijar población a través de la cultura.

Lamentablemente, la que iba a ser la tercera edición de El Bosque Sonoro y que debía celebrarse en septiembre de 2021, tuvo que ser cancelada debido a la Dana que arrasó el recinto y que anegó completamente los accesos al festival. Una situación que, lejos de comprometer su viabilidad futura, ha supuesto unas pérdidas económicas menores de las esperadas gracias al apoyo de los patrocinadores y de entidades como el Gobierno de Aragón y la Comarca Central. Las pérdidas ascienden a 6.693,82 euros, una cifra amortiguada por, entre otros factores, una mayor venta de entradas con respecto a 2020.

Asimismo, El Bosque Sonoro contó con una subvención del Gobierno de Aragón por un importe de 8.700 euros, lo que contribuyó a dar impulso al evento y a afianzarlo como una cita importante dentro del calendario festivalero de la región. También, destaca el papel de la Comarca Central, que aportó 4.000 euros de ayuda directa destinados a la celebración del festival y a la programación de cinco charlas de divulgación en otros pueblos.

Mención aparte merecen los patrocinadores del festival, que aumentaron con respecto al año pasado.

Por supuesto, los organizadores también ponen de relevancia el gesto de aquellos asistentes que, pese a la no celebración del evento, optaron por no devolver su entrada, así como el trabajo no remunerado realizado por los voluntarios que generosamente acudieron a ayudar a limpiar la zona afectada por la riada.

Igualmente, celebran la buena disposición de los profesionales que formaron parte del proyecto y decidieron, altruistamente, reducir sus honorarios y aportar su granito de arena a la reconstrucción de este escenario natural.