MÚSICA
CHA reconoce a la Sala Edén por su gran contribución al mundo de la cultura
Homenaje a Eloy Fernández Clemente en la concesión del Premio a la Defensa de los derechos y libertades de Aragón
La Sala Edén ha recibido este martes el Premio a la Defensa de los derechos y libertades de Aragón por su apoyo a la música en directo y a la cultura, un reconocimiento entregado por CHA que llega 25 años después de su apertura y que ha sido dedicado a sus impulsores, los desaparecidos Carlos García e Isidoro Ainoza.
“Nos sentimos muy orgullosas porque ellos se merecen este galardón después de la intensa labor que realizaron durante tanto tiempo”, ha asegurado emocionada a este periódico la viuda de García, Mari Cruz Cedrún, que actualmente regenta el local junto a su hija Chulia.
Durante los 22 años en los que su marido y Ainoza convirtieron la Sala Edén en un referente gracias a la programación de más de 500 conciertos, ambos desarrollaron “su gran amor por la música en directo y por la cultura, que tanto les gustaba”, ha dicho.
“Si Carlos estuviera aquí daría las gracias a todo el mundo, porque no solamente fue el proyecto de ellos, sino de los oscenses, que siempre respondieron muy bien”, ha valorado.
Cedrún también ha confesado su “orgullo” porque su hija “haya cogido el rumbo del Edén”, hecho que confirma que “ha mamado el amor por la cultura que le inculcó su padre, puesto que lo hace muy bien”, ha exclamado contenta.
La propia Chulia García ha contado a este medio que “la ilusión” de su progenitor, que en sus últimos años dejó de lado los conciertos debido a su delicado estado de salud, era que se retomara el proyecto, deseo que su familia ha cumplido con creces.
“Arrancamos la nueva etapa cuando se acabó la pandemia y poco a poco hemos ido aprendiendo, porque yo sólo tenía experiencia como camarera”, ha contado.
Así, Chulia García ha rescatado la programación musical en la sala “empezando desde cero” y “aprendiendo en cada uno de los conciertos”, con los que el público puede conocer “gente muy buena y que toca estilos muy variados”.
Un premio "milenario"
Mari Cruz Cedrún y Chulia García han recibido de parte de CHA una olivera como premio, un árbol que, como Aragón, es milenario y símbolo de la perdurabilidad y la paz, muy necesaria en estos momentos.
En la víspera del 432 aniversario de la decapitación del Justicia de Aragón, Juan de Lanuza “el mozo”, a manos del rey Felipe II de Castilla por defender los derechos y libertades de Aragón, el Ligallo de Redolada de CHA-Plana de Uesca siempre entrega este Premio a la Defensa de los Derechos y las libertades de Aragón.
En este caso, la Sala Edén lo ha recogido “por su apoyo a la cultura, a la música en directo y por ser la casa de todos y todas albergando numerosas iniciativas sociales y políticas en sus más de 25 años”, han asegurado desde el partido.
En el acto han participado el presidente de CHA, Joaquín Palacín; la secretaria general de la formación, Isabel Lasobras; la coordinadora de CHA-Uesca, Sonia Alastruey; el presidente de CHA-Plana de Uesca, César Ceresuela; y el crítico musical y colaborador de DIARIO DEL ALTOARAGÓN, Luis Lles.
Homenaje a Eloy Fernández Clemente
Antes de la entrega del premio y coincidiendo con el primer aniversario del fallecimiento de Eloy Fernández Clemente, la Sala Edén ha acogido la presentación de un número especial de El Ebro dedicado a su figura, a cargo de su director, Antonio Peiró, y Bizén Fuster, presidente de la Fundación Gaspar Torrente, entidad que fundó y presidió el homenajeado en 1998.
“Es un referente histórico porque creó la conciencia de lo que es Aragón en la Transición”, ha destacado Fuster sobre el también director y fundador de Andalán.
Una serie de artículos demuestran su relevancia desde diferentes vertientes, recordando su vinculación al Partido Socialista de Aragón o a CHA, formación a la que no perteneció, pero “que siempre apoyó”, ha subrayado.
A lo largo de las 200 páginas de la revista también aparece un ensayo sobre su “aragonesismo” y se aborda su figura en relación con la historia, el periodismo, la cultura o las lenguas de Aragón, con las que mostró “una visión pionera”, defendiendo “la realidad trilingüe”, ha resaltado.
De esta forma se rinde un tributo a una persona a la que José Antonio Labordeta definía como “el inventor de Aragón en la Transición” y cuyas enseñanzas demostraban que “para amar una cosa, primero hay que conocerla”. Y así lo constató él con su tierra querida.
