Los Gandules: “Buscamos esforzarnos lo menos posible en el show”

Los Gandules llevaban mucho tiempo “buscando la manera de hacer aún menos esfuerzo” y, tras una tormenta de ideas en la que incluso se plantearon “mandar a actuar a los sitios a unos dobles” suyos, decidieron que había llegado el momento de que “el público decidiera el repertorio de la actuación”.

Así nació Gandulfighter, un show que recreará este lunes en Huesca una especie de videojuego ochentero de peleas, en el que a través de una pantalla se presentan vídeos que enfrentan canciones del dúo zaragozano. Y al grito de “¡Fight!”, los espectadores escogen cuál de sus divertidas versiones deben interpretar.

“Recreamos videojuegos de esos viejos que ahora son ‘vintage’. Somos más de la Game & Watch, de las de doble pantalla, y de consolas que se enchufan en la tele con bien de pixelado”, avanzan.

Y van aún más lejos: “Nos gustaría mover las manicas y las paticas a saltos y que saliera un cartel de ‘Game Over’ cuando nos vamos a dormir, que le den al Minecraft. Y nos preguntamos: ¿Para cuándo un videojuego de tiro de barra aragonesa? Por lo de la vertebración del territorio”.

Entre las elecciones más comunes del público se encuentran Vigilante nocturno de Chopin, Si Gagarin levantara el casco y De agujeros en montañas.

“La verdad es que intentamos que el repertorio cambie, pero nuestro público es gente de gustos sencillos y suelen elegir siempre las mismas”, confiesan.

También advierten de que van a empezar “a poner canciones de C. Tangana y María Jesús y su acordeón a ver si así la cosa varía un poco”.

“La realidad es que no nos gusta cantar. Hacemos esto para poder comprar aceite de oliva y entradas para La Romareda portátil. Un día nos equivocaremos y verás qué gracia”, comentan.

Siempre irónicos y socarrones, los cantantes aseguran que, para convertirse en un “gandulfighter” como ellos, hay que ser “intrépido, indómito, salvaje, aseado y políglota, lo suficiente para no tener que buscar en Google lo que significa ‘fighter’”.

Así hay muchos y muchas en Huesca, ciudad que para ellos representa “45 minutos de ida, y luego, 50 minutos de vuelta, contando el control de la rotonda de la MAZ”.

“Actuar allí supone para nosotros un montón de sueños cumplidos, energías renovadas, enfrentar nuevos horizontes y chocolate con churros”, bromean los músicos.

Su concierto de este lunes, que tendrá lugar, a las 20:30 horas, en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner, se celebra dentro de la programación municipal de Aragón Tierra Abierta, que llega justo antes del Día de San Jorge.

Aunque no son un grupo político, Los Gandules tienen una reivindicación por el Día de Aragón: “Cambio de 500 euros en los quioscos, como decía Bosco el Tosco”. Así son ellos.