Netflix aborda ‘El caso Asunta’ con respeto e imparcialidad

Después del gran éxito de El cuerpo en llamas (2023), Netflix está anotándose otra victoria con el reciente estreno de El caso Asunta, basada en el conocido asesinato de una niña de 13 años ideado por sus padres.

Como en estos momentos nada genera más atención que los crímenes patrios, la plataforma ha aprovechado este filón como nadie, pero sin caer de lleno en el morbo que genera esta truculenta historia.

A diferencia de las Ana Rosas, Susanas y Sonsoles, que llenan horas de televisión haciendo daño y desinformando, la ficción aborda esta desgracia con tranquilidad, imparcialidad y respeto, incluso por los presuntos asesinos.

Candela Peña y Tristán Ulloa se meten en la piel de estos progenitores de forma magistral, incluso haciéndonos creer que son inocentes.

Ese juego mantiene en vilo al espectador durante toda la trama, en la que en ningún momento su culpabilidad queda del todo evidenciada por la falta de pruebas contundentes.

Y es que cuesta creer que unos padres asesinen a una hija sin motivo aparente y que nunca lleguen a confesar el crimen. ¿Cómo es posible que alguien haga semejante atrocidad sin derrumbarse?

Temas tan espinosos como si es posible querer a un hijo adoptado igual que a uno de sangre, la salud mental o la influencia de los medios en la opinión pública también se tratan correctamente en la que podría ser una de las series del año, que no se ve; se devora.