Elena Guiu: “Me queda mucho, el margen de mejora es infinito”

Ha pasado ya una semana desde que la atleta de Velilla de Cinca Elena Guiu regresó a casa después de disputar el Mundial Sub 20 de Colombia, pero todavía da un poco de vértigo todo lo que ocurrió, y sobre todo la repercusión que ha traído consigo.

Ya es de todos sabido que Elena logró colarse en la final de los 100 metros, algo que no había logrado ninguna atleta española en ninguna categoría en toda la historia de los mundiales. Esta hazaña ha hecho que su actuación haya aparecido en muchos medios de comunicación nacionales, y estos días ha concedido numerosas entrevistas.

Con esa ola de popularidad que ya va aquietándose, la atleta analizaba con algo de calma cómo fue ese Mundial, esas tres carreras en las que maravilló aunque, al fin y al cabo, lo único que hizo es conseguir el objetivo que se había marcado. Tan fácil y tan difícil.

S. E.

“El objetivo al llegar a Cali en primer lugar era pasar la primera ronda. Eso ya supone una presión importante para empezar, aunque la primera serie fuera más o menos fácil, porque tenía la segunda mejor marca y pasaban tres. Sabía que si todo iba bien pasaría, pero ya tienes esa presión de que tienes que hacerlo. Me notaba físicamente bien y fui a por todas”, resumía de la primera carrera.

Y tanto que fue a por todas, ya que mejoró tres centésimas su marca personal (11.46) y se quedó a otras tres del récord de España, un tiempazo que hizo que fuera segunda y pasara con todo el mérito a semifinales.

“La semifinal ya era otra cosa. Solo pasaban las dos primeras, y los dos mejores tiempos entre las tres semifinales. Todo se complicó cuando empezó a llover y retrasaron la competición dos horas. En todo caso me notaba con chispa, incluso para correr más de lo que hice. También fue una lástima que tuviéramos viento en contra. Salí concentrada y motivada, creo que supe gestionar bien las cosas para conseguir estar en la final”.

Los nervios de la espera

Eso sí, para saber que pasaba tuvo que esperar unos minutos de muchos nervios. Fue tercera de su semifinal, la primera, y tuvo que esperar a las otras dos para saber si era uno de los dos mejores tiempos. “Fue un rato de infarto, la verdad. Subí a la grada con el entrenador, llegó la segunda semifinal, íbamos preguntando porque desde ahí no se veían bien los tiempos en las pantallas, y en la última semifinal una atleta mejoró mi tiempo, pero era suficiente. Fue por un pelo, pero me metí. Fue enterarme y ya bajar de nuevo a pista para calentar, aunque quedaba tiempo. La verdad es que ese día entre la semifinal y luego la final se mezclaron muchas emociones”.

Y en la final, esa mezcla de alegría por lo conseguido y ambición por no quedarse ahí. “Fue un poco una locura, y luché todo lo que pude. Me fui muy contenta. Estaba con las mejores, y pude comprobar que estoy a su nivel. Al final soy la única española que puede decir que ha corrido la final de un Mundial”.

Ya en los días, previos, explicaba, notó que la pista era rápida, y eso fue una motivación añadida. “Todo el mundo iba haciendo marca personal y vi que era un buen momento también para mejorar mi marca, y lo logré. Era otro de los objetivos en Cali y como digo no pude terminar más contenta”.

Sobre la repercusión de su final, en primer lugar tuvo que asimilar que era la primera, y luego vio el tsunami. “La verdad es que me ha costado asimilar todo esto. Después de la final surgió la duda de si era la primera, yo pensaba que no, pero después de mirarlo sí que era la primera. Al día siguiente aparecían noticias por todos los lados, fue algo inesperado”.

Recepción y descanso

Y a su regreso, otra sorpresa, aunque esta se la olía, la recepción en el Ayuntamiento de Velilla de Cinca. “Nada más llegar estaban esperándome mis amigas. En ese momento eran fiestas (San Lorenzo, igual que en Huesca ciudad) y al ser este año quinta, sabía que algún acto habría. Pero al ir al ayuntamiento me encontré con un homenaje de todo el pueblo. No esperaba algo así en casa, con los míos, y fue una gran alegría”.

Con esta competición Elena cierra un intenso y sobre todo muy largo curso deportivo. El próximo seguirá con el Valencia, su actual club, y el cambio llegará porque su residencia también estará en la Ciudad del Turia, al empezar estudios universitarios. “El club sigue siendo el mismo pero ahora toca salir fuera y adaptarse a una nueva etapa. No tienes cerca a los tuyos pero son etapas normales y voy a poder conocer gente nueva, entrenar en unas instalaciones diferentes y con un nuevo grupo. Me tocará adaptarme, pero al final serán otras rutinas. No creo que me cueste mucho”.

El próximo año seguirá siendo de categoría Sub 20 , y el objetivo es seguir creciendo, porque hay margen. “Hay un Europeo, pero la meta es ir poco a poco y mejorar. Me queda mucho recorrido y el margen de mejora es infinito”.

En ese largo recorrido, es inevitable pensar en los próximos Juegos Olímpicos. “Es el sueño de todo atleta, y claro que me gustaría. Y para ser algo lejano, en realidad está cerca, es en dos años, en 2024. Tengo claro que si no puede ser entonces, para 2028 todavía estaré en una buena edad, así que por eso no me preocupo demasiado”.

Y si para ella la nueva temporada supone un gran cambio, el que ha sido su entrenador los últimos años, Eloy Mur, también cambia, puesto que deja el atletismo en el CA Fraga Bajo Cinca. “Estoy más que contenta y agradecida porque he tenido un gran entrenador, que me hace enfocar las cosas bien y sacar todo el trabajo en la competición. Nos ha cuidado como a hijos e hijas en el club, siempre ha estado ahí. Desde que empecé he estado con él y la verdad es que estoy orgullosa de que haya sido mi técnico. Podría seguir pero hay que entender que es su decisión. En todo caso no creo que se desvincule del todo del atletismo y de algún modo seguirá”.