Visibilizar la Diabetes 1 en las cimas más altas

El montañero barbastrense Arturo Carvajal Martín sigue adelante con el proyecto de subir a las 16 cimas españolas más altas, una por región, con el objetivo de “darle visibilidad a la Diabetes tipo 1” que padece. La previsión de dos o tres cimas mensuales, desde enero hasta julio, incluye las tres más altas: Teide (3715 m), Mulhacén (3.479) y Aneto (3404) donde finalizará.

Hasta ahora, ha subido a las cimas Pica d’Estats (3.152 m), Mesa de los Tres Reyes (2.446), Aketegi (1.551), Torre Blanca (2.617), Torrecerredo (2.650), San Lorenzo (2.271), Peña Trevinca (2.127), Pico del Lobo (2.274), El Torreón (1.648), Peñalara (2.428) y Alto de las Barracas (1.838), la más alta de la Comunidad Valenciana y la última por ahora.

Carvajal ha informado que eligió una ruta “poco transitada que discurre por un barranco seco donde apartamos mucho ramaje y fue necesaria alguna trepada en roca”. En esta ocasión le acompañó un valenciano (Carlos) a quien conoció de cuando recorrió la transpirenaica para recaudar fondos en favor de la investigación de una cura para la diabetes.

La experiencia que lleva a cabo es satisfactoria. “Hacer ejercicio de manera constante tiene sus frutos, he vuelto a bajar una unidad la dosis de insulina lenta -que solo hay que poner una vez al día- y me pongo menos dosis en algunas comidas. Aún así, tuve una pequeña bajada de azúcar que solucioné con pastillas de dextrosa de gluco up que dieron muy buenos resultados”.

A partir de ahora, se tomará “un pequeño descanso” antes de continuar por Pico de los Obispos (2.014), Puig Major (1.436) y pico Veleta (3.396) en el primer proyecto de estas características que se lleva a cabo en España, donde no hay constancia de que otros montañeros diabéticos haya hecho proyectos similares.

En la historia del MAB (1949) es, también, la primera vez por lo que Carvajal se sumará a socios con “gestas” realizadas en el transcurso de 74 años. La afición por la montaña data de 2014 cinco años antes de que le diagnosticaron, en marzo de 2019, que padecía diabetes Tipo 1 y le aconsejaron que no practicara ese deporte. En cambio, no se resignó porque su pasión es la montaña y considera que “si se practica de forma controlada es posible, incluso el deporte me parece un pilar básico y ejemplo de constancia. Hay que romper el miedo” explicó el barbastrense.