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“El fútbol en Robres es una pasada”

El técnico del equipo amarillo, Eloy Aznar, destaca el gran trabajo previo de Javier Genovés

Alegría desmedida en San Blas después de que el CD Robres se proclamase campeón de Tercera División aragonesa.
Alegría desmedida en San Blas después de que el CD Robres se proclamase campeón de Tercera División aragonesa.
Pablo Segura

El pasado fin de semana, el CD Robres se proclamó campeón de la Tercera División aragonesa tras vencer en San Blas al filial de la SD Huesca por 2 goles a 0. Un hito histórico para el municipio altoaragonés, de apenas 500 habitantes, e impensable a principio de temporada para muchos. Pero la hazaña es todavía más sorprendente si a los mandos del barco, el capitán sólo tiene 24 años.

Eloy Aznar Bandrés, entrenador del Robres y nacido en Jaca, ha logrado “un sueño”, y es que en poco más de dos años ha pasado de ser el segundo entrenador del cadete del Jacetano, a llevar las riendas del flamante campeón de Tercera División.

Los amarillos celebran el segundo gol de Marc Prat ante el filial de la SD Huesca.
Los amarillos celebran el segundo gol de Marc Prat ante el filial de la SD Huesca.
Pablo Segura

“El fútbol en Robres es una pasada. Cuando vienes de fuera y llegas a un pueblo tan pequeño como este no te puedes ni imaginar cómo se vive el fútbol aquí. Es un pueblo de 500 habitantes y la mitad son socios”, asegura Aznar, que en sus primeros 16 partidos como entrenador, ha cosechado 11 victorias, 3 empates y tan sólo 2 derrotas. “Son unos números impensables para casi cualquier entrenador, y más en mi situación. Soy muy joven, me queda muchísimo por aprender, pero esto ha sido consecuencia del proceso que se ha llevado a cabo durante estos años anteriores con Geno (Javier Genovés). Una semilla que él puso y que ha florecido justo conmigo a los mandos. Yo no he creado nada, ha sido todo cosa de Geno, pero he tenido la suerte de disfrutar con los chavales del mejor momento de la historia del club”, destaca Aznar.

El joven técnico se hizo cargo del equipo a finales del mes de noviembre, cuando Javier Genovés, por aquel entonces primer entrenador del Robres, recibió la llamada del CD Ebro para intentar cambiar el rumbo de los arlequinados en Segunda RFEF. “La marcha de Genovés fue totalmente inesperada. Desde el Robres se confió en mí y tuve que interiorizar todo lo que había aprendido en estos últimos cinco meses para poder estar a la altura. Fue un reto personal. Me sentía en deuda con el Robres ya que habían confiado en mí desde el principio”, asegura el técnico jaqués.

Javier Genovés, su maestro

Eloy Aznar dio sus primeros pasos como entrenador de la mano del técnico Javier Genovés. “Todo fue un poco por casualidad. Yo fiché en Liga Nacional por el Escalerillas y allí me entrenó Geno. Me enseñó muchas cosas nuevas que yo no había visto hasta entonces y que dieron más sentido al fútbol que yo tenía en la cabeza. Le cogí un gusto especial al fútbol desde esa otra perspectiva y al año siguiente me apunté al curso de entrenador y se dio la posibilidad de estar de segundo entrenador en el Cadete del Jacetano durante la temporada 2018-19”, relata Aznar.

“Todo fue muy rápido, pasé de estar en División de Honor Cadete durante un par de años a poder estar junto a Geno en Tercera División. Me parecía un salto enorme, algo impensable”, asegura.

“Ya en el Robres, varios meses después, empecé a ver cómo funcionaban las cosas, los entrenamientos y comprobé que junto al Ebro formábamos una gran estructura”, señala.

Una temporada cargada de anécdotas

El Robres sólo ha perdido cinco partidos de los 28 que ha disputado hasta el momento, pero la primera derrota llegó muy temprano, en la segunda jornada de liga, en el estreno de los altoaragoneses como locales.

Ese partido lo recordaré para siempre. Jugamos contra el Cuarte, y perdimos el partido 0-3. Al final del partido, la afición se quedó aplaudiendo como locos, dándonos ánimos, y diciéndonos que siguiésemos adelante, que lo habíamos intentado... Me quedé impactado y pensé: esto se lo tenemos que devolver”, asegura Aznar.

El Robres no arrancó la temporada con unos grandes números, de hecho, sumó 8 puntos de los primeros 21, pero el técnico destaca que hay “varios momentos a lo largo de la temporada en los que vemos que nuestro proyecto va evolucionando”. “Se ve que los primeros partidos nos cuestan, porque hay detalles que no acabamos de controlar. Poco a poco los fuimos puliendo y llegó una buena racha. A partir de la jornada 10 pudimos enlazar cuatro victorias seguidas y entonces todo el mundo creyó en el proceso”.

Un futuro algo incierto

Al ser equipo filial del CD Ebro, un más que probable descenso de los zaragozanos desde Segunda RFEF arrastraría al equipo de Aznar a Regional Preferente.

“Las cosas pasan y tienen que pasar, pero no hemos hablado nada todavía. Cuando matemáticamente ya no sea posible, ya lo asumiremos, pero estamos concentrados en esta temporada, que todavía no ha acabado”, señala el técnico jaqués, que destaca la parte positiva de esta sinergia entre clubes: “Nosotros somos una estructura en la que está todo muy bien organizado. Se han hecho cosas durante estos tres años muy bien y cada vez se hacen mejor. Cerca de 20 jugadores del Robres han debutado en el Ebro en los últimos años. Lo vemos siempre como algo positivo y que ha traído cosas buenas al club y al pueblo”.

Además, más allá del resultado en la liga, resalta el carácter formativo del club: “Nadie se esperaba que pudiéramos llegar arriba del todo, pero nosotros no miramos tanto los resultados, sino que el jugador vaya avanzando y vaya cogiendo la idea para que se pueda desarrollar al máximo dentro de esta estructura”.

Ahora sólo queda esperar y acabar la liga lo mejor posible. “Por ahora nos fijamos en el presente. Vamos a intentar competir lo mejor posible estas últimas jornadas, dando más minutos a los que se lo habían ganado, pero que no lo han podido disfrutar durante la temporada”.