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Benasque se llena de canastas y alegría

El Torneo Valle Escondido atrajo tres mil quinientas personas en su décima edición

Baloncesto en la naturaleza y gran ambiente, la esencia del Torneo Valle Escondido.
Baloncesto en la naturaleza y gran ambiente, la esencia del Torneo Valle Escondido.
S.E.

El Torneo Valle Escondido volvió a llenar de baloncesto y de alegría todo el Valle de Benasque durante el fin de semana. Tres mil quinientas personas visitaron el valle en el mayor torneo de Aragón de baloncesto base organizado por clubes, que cumplía su décima edición.

La inesperada ampliación del periodo de cierre de la carretera Campo-Seira supuso un duro mazazo para la organización del Torneo, que implicó diversos cambios de última hora en la planificación del evento y muchas dificultades para los autobuses de los clubes participantes, por los recorridos y por las horas de descanso.

Nada, no obstante, desanima a los “sarrios” baloncesteros de la Alta Ribagorza. Con el cartel de completo desde hace meses, el torneo celebrado en el Valle de Benasque ya no necesita apenas publicidad.

El fin de semana ha estado repleto de baloncesto y actividades en las 13 canchas y 6 sedes instaladas a lo largo del Valle, con varios municipios implicados y un servicio especial de transporte permanente entre los mismos.

El pasacalles de los más de 1100 participantes en el torneo, batucada de Benasque incluida, dio el pistoletazo de salida a una edición de aniversario donde destacó la presencia del evento LIKE23, que consistió en una sesión con el entrenador de jugadores NBA, Joshua Villarreal, este sábado por la noche.

A nivel deportivo, el baloncesto de calidad fue servido en forma de vibrantes partidos por niños venidos de varias comunidades de España: Aragón, La Rioja, Cataluña, Cantabria, Valencia, País Vasco y Madrid.

Se mantuvieron los habituales 90 equipos, y la organización puso todos los medios para no perder la calidad y cercanía que los clubes valoran en el torneo.

Se contó con los pabellones de Benasque y Castejón de Sos, las pistas habilitadas en la entrada de Benasque -la muy celebrada “rotonda”-, las dos exteriores en Villanova, y otra pista exterior en el CES de Benasque. Se completaba así un reguero de jugadores y familias desplazándose sin cesar por todo el Valle de Benasque

Los participantes, además de los partidos, disfrutaron de actividades en el Valle como escalada, equitación, kayak, rafting, pumptrack y excursiones BTT.

A nivel deportivo, hubo un gran reparto de campeonatos entre los clubes presentes, jugándose unas finales competidas y con nervio, dentro del ambiente festivo que la organización promueve.

Fue en definitiva un gran fin de semana de basket en un torneo que comienza a imaginar por dónde podría seguir evolucionando.

El equipos de voluntarios liderado por las familias de los jugadores del Basket Alta Ribagorza funcionó como un reloj y los visitantes se llevaron la mejor impresión de las gentes del Valle de Benasque, prometiendo la mayoría volver al año que viene.

Y los equipos del anfitrión, el Alta Ribagorza, mostraron un buen nivel e incluso se llevaron algún título, además de estar presente en varias de las semifinales.