Los Pajaritos se tiñeron de azulgrana

SORIA.- Mil cien oscenses invadieron este sábado Soria y, especialmente, el Nuevo Estadio Los Pajaritos. El azulgrana y la cruz de San Jorge tiñeron de colorido las gradas rojillas, en las que más de un cuarto de los aficionados que presenciaron el encuentro entre Numancia y Huesca eran visitantes.

Se hicieron notar durante los noventa minutos y también antes, apoyando a los futbolistas desde que salieron a calentar los dos porteros Álvaro Fernández y Rubén Yáñez, y después, arropándolos después de la derrota.

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El buen ambiente reinó entre dos hinchadas amigas, activas y respetuosas unidas por apoyar a dos equipos humildes, de ciudades pequeñas y que se caracterizan por llevar muchos años haciendo las cosas bien tanto deportiva como extradeportivamente.

Los más de mil oscenses formaron en la esquina visitante un mini Alcoraz con la mayoría de las peñas presentes. La afición no cesó y estuvo animando todo el partido, incluyo empujando después del jarro de agua fría que supuso el gol.

La cercanía de Soria y la hora del partido permitieron además a los seguidores azulgranas disfrutar de la localidad durante la mañana y de su gastronomía, con los torreznos como producto estrella.

Los altos cargos del club estuvieron en el palco de Los Pajaritos junto a sus homónimos numantinos y también con el alcalde de la capital altoaragonesa, Luis Felipe Serrate, y el presidente de la DPH, Miguel Gracia.

Y, como ya pasó contra el Sporting y será habitual de ahora en adelante en los partidos del Huesca, no faltaron los periodistas japoneses que siguen a Shinji Okazaki y que tienen mucha faena en Aragón entre cubrir la actualidad del delantero azulgrana y también de Shinji Kagawa, el vecino del Real Zaragoza.

La nota negativa la pusieron los incidentes que hubo entre aficionados sorianos y algunos Alcorazados al final del encuentro. Los implicados fueron identificados por la policía, pero todo quedó en conato de pelea y no pasó a mayores.