SD Huesca

FÚTBOL - SEGUNDA DIVISIÓN

Un regreso muy esperado premiado con la victoria

Los aficionados, por fin, pudieron volver al campo, y se notó para bien

Con distancia y mascarilla, pero el ambiente volvió a El Alcoraz esperemos que para quedarse.
Con distancia y mascarilla, pero el ambiente volvió a El Alcoraz esperemos que para quedarse.
Pablo Segura

Un año y medio hacía, semana arriba semana abajo, que los aficionados no acudían a El Alcoraz a apoyar a su equipo. Por el camino, un ascenso a Primera conseguido en casa ante el Numancia, y toda una temporada en Primera con visitas de todos los grandes.

Muchos partidos sin poder estar ahí, sin dar aliento al equipo, sin emocionarse o cabrearse, y por la tele desde luego que no es lo mismo.

Este viernes más de uno se frotaba los ojos para creerse que de verdad estaba de vuelta. Quien más quien menos quería inmortalizar el momento con su móvil, y las caras desprendían sobre todo ilusión. Los campos vacíos y desangelados esperemos que ya empiecen a ser cosa del pasado.

Además, no cabe duda de que la presencia de la hinchada ayuda. El Huesca notó ese aliento sobre el campo y, sobre todo en la segunda mitad, cuando más apretaba el rival, los azulgrana se apoyaron en esos cánticos para dar un poco más.

Fue un rival, el Eibar, que también vivió otro día histórico del Huesca, el debut en Primera, aunque entonces fue en Ipurúa, y de nuevo se consiguió ganar a los armeros. Uno de esos días que quedará para el recuerdo.

Eso sí, muchos se quedaron fuera, lo que es una pena y esperemos que se resuelva pronto, y los afortunados tuvieron que guardar la distancia, usar la mascarilla en todo momento y no poder comer ni beber salvo agua. Además, tuvieron que llegar con antelación, de manera escalonada. Muchos inconvenientes pero que son necesarios, y al final lo que importa es estar.

Hubo momentos emotivos, como la bienvenida del speaker a todos los aficionados antes del partido, o el minuto de silencio que se guardó por todas las víctimas de la covid.

Eso sí, una vez el balón rodó volvieron los gritos, los cánticos, esa salsa tan necesaria en este deporte y que se había perdido semana a semana. Quizá, solo quizá, el Huesca la temporada pasada hubiera tenido otro desenlace diferente al fatal descenso si hubiera tenido en el campo a ese jugador número doce.

Pero no sirve de nada teorizar sobre lo que no puede ser. La realidad es que la afición pudo volver, algo que esperemos que se mantenga, y vaya creciendo en número, toda la temporada.

Había muchas ganas de volver a ver in situ a nuestro Huesca, y más cuando además gana y ante un rival de postín en esta categoría.

Se ha dado el primer paso, y con el impulso de la grada, vendrán más. El siguiente, el próximo domingo, de nuevo con aforo limitado, pero de nuevo con ese apoyo y calor. Bueno, calor, si es menos que el de este viernes, mejor.