SD Huesca

segunda división

Salvador: "Un gran rival para cambiar nuestra dinámica"

El centrocampista vuelve a la que fue su casa, el Real Sporting, durante cinco temporadas

Cristian Salvador en un entrenamiento de los últimos días.
Cristian Salvador en un entrenamiento de los últimos días.
SD Huesca

El Huesca continuó este jueves preparando el partido del domingo ante el Sporting de Gijón. Antes, el centrocampista Cristian Salvador era el encargado de analizar la actualidad del club con ese horizonte de un partido especial para él, ya que estuvo cinco años en el club asturiano.

En primer lugar señalaba que se encuentra bien, pese a que estos últimos días en alguna sesión se ha ejercitado con menos intensidad. “Los partidos son exigentes, he tenido algún golpe y alguna molestia, pero todo bien. Me estoy encontrando a gusto, los compañeros me lo están poniendo fácil, y muy contento por poder jugar cada semana. Todos tenemos muchos nivel y cualquiera que juegue lo hace bien”.

Como decimos, El Molinón no es un partido más para él, pero lo ve como esa oportunidad de romper la racha visitante. “Es un partido muy especial. Estuve cinco años allí y lo considero mi casa. Con ganas de que llegue. Fuera de casa nos está costando y tenemos un gran partido y un gran rival para cambiar esa dinámica y conseguir estos tres puntos fuera del Alcoraz que nos irán muy bien. Nos está costando conseguir los tres puntos. Tenemos que trasladar la dinámica del Alcoraz, que es muy buena, fuera de casa”.

En el aspecto personal parece haber encontrado esa continuidad junto a Kento en el medio campo. “Todo jugador se quiere sentir importante, me estoy encontrando a gusto, y la continuidad para un futbolista es lo más importante”. Aunque sabe que no se puede dormir en los laureles. “La gente tiene mucho nivel, cualquiera que juegue lo hace bien y hay que trabajar duro para seguir ahí”.

Y volvía a referirse al partido de este fin de semana como un test duro, pero al mismo tiempo como una gran oportunidad. “El Molinón es un campo complicado. Estamos con muchas ganas de cambiar la dinámica fuera de casa. Nos está costando pero es un buen rival para hacerlo. El Sporting tiene una afición maravillosa, es un campo complicado, pero al mismo tiempo es un buen rival para que podamos cambiar nuestra dinámica”.

Y si para él es un día diferente por su pasado gijonés, se le preguntaba si también lo es para el cuerpo técnico, pero en su caso por el oviedista. “Cada partido es especial e importante, no te puedes relajar. Para mi es especial porque fueron muchos años allí, con los técnicos hay esa rivalidad, será especial para ellos también”.

No tenía una receta magistral para volver a ganar fuera, pero confía en que llegue ese momento lo antes posible. “Todos los equipos están peleando mucho, es complicado ganar y se está viendo que la competición es igualada. Debemos seguir trabajando y lo que hacemos en casa llevarlo fuera”.

Y llegarán al partido en Asturias tras volver a ganar en casa y romper una racha larga sin ganar. “Fue un subidón. Necesitábamos los tres puntos para tener una semana tranquila y preparar bien el partido del Sporting. Todo se prepara mejor con esa victoria”.

Trabajo para hacerse hueco

Salvador es un buen ejemplo de constancia. El año pasado comenzó jugando casi todo y en la segunda parte de la temporada apenas pisó el verde, y este año, por una lesión, tampoco contaba demasiado y ahora es un fijo. “Hay que seguir trabajando juegues o no para que cuando te llegue la oportunidad estar preparado y aprovecharla. Al principio por una lesión no estaba contando, pero seguía trabajando y sabía que la oportunidad llegaría”.

Y recordaba también el caso del curso anterior. “El año pasado fue una temporada que hasta Navidad estaba jugando todo de central o mediocentro, pero lo tienes que asimilar, es un aprendizaje. Este año también no contaba, y me decía a mi mismo que tenía que seguir trabajando porque sabía que iba a entrar”.

Se le ha preguntado por el partido del Molinón el año pasado, cuando Xisco le sustituyó cuando apenas se había jugado media hora, algo poco habitual. “Es cierto que no tuve mi día. No notaba nervios ni nada, pero fueron muchas cosas las que viví allí cinco años y quizá todo eso te puede afectar cuando sales al campo. Pero me quedo con la afición, cuando me cambiaron me animaron. El fútbol te da oportunidades y este fin de semana tendré otra. Todo son aprendizajes, y todo te hace más fuerte”.