Huesca

CORONAVIRUS

“Con la pandemia era necesario reforzar el servicio de atención en los centros educativos”

Fapar se muestra satisfecha por cómo ha mejorado la atención emocional en los centros

Satisfacción en Fapar por el regreso a la presencialidad en los institutos aragoneses y preocupación en los sindicatos
El servicio de apoyo emocional en los centros escolares se ha convertido en un servicio imprescindible.
G.A.

“Estamos muy contentos de que se ofrezca el servicio de apoyo emocional en los centros escolares”, expresa Rosana Liesa, miembro de la Federación de Padres y Madres de Alumnos de la Escuela Pública en Aragón (Fapar). Y es que, esta iniciativa había sido muy demandada por la federación desde hace tiempo, pero es ahora cuando, por motivo de la pandemia, “se ha visto agravada y perjudicada la salud mental, por lo que se convierte en un servicio imprescindible”.

Liesa señala que ya durante el confinamiento del pasado año comentaban con familias e instituciones que “era fundamental que se tomaran medidas para mejorar el servicio de atención emocional en los colegios e institutos”, ya que desde el mes de marzo ya se habían detectado casos de ansiedad en menores, que debido a la educación a distancia y la dificultad de acudir a centros de salud y a las consultas médicas, era muy difícil diagnosticarlos.

Por ello, consideran oportuno que el servicio continúe en el tiempo.

Resultados académicos

En cuanto a los resultados académicos de este curso, desde Fapar señalan que todavía es pronto para hacer balance, pero reconocen que el primer trimestre fue más complicado, “ya que después de tantos meses, suponía la puesta en marcha”.

En cuanto a niveles, Liesa señala que en primaria fue más sencillo, pero en secundaria “fue más complicado y más variado”. “Durante el segundo trimestre había centros en los que no veían gran variación en cuanto a resultados académicos y otros que sí notaron un aumento en los suspensos”, expresa Liesa. Por ello, Fapar ha pedido a Educación que se lleve a cabo un estudio con los resultados académicos en todos los niveles, puesto que es la única forma de comprobar cómo ha afectado la pandemia a la educación. Pese a ello, Liesa considera que “no deberíamos escandalizarnos, porque hemos vivido un drama con la pandemia”.