Huesca

CORONAVIRUS

Enfermería avisa del riesgo de no llevar mascarilla en calles concurridas

El CGE insiste en mantener la “sensatez” ante la aparición de variantes como la delta

Prudencia en la ciudad de Huesca
En las calles concurridas recomiendan seguir usando las mascarillas.
Pablo Segura

El Consejo General de Enfermería (CGE) considera que el avance en la campaña de vacunación justifica el fin de las mascarillas en exteriores pero advierte del riesgo de no llevarla en determinadas situaciones como calles concurridas, corrillos o colas, en especial ante el auge de nuevas variantes, como la delta.

En un comunicado, el Consejo General de Enfermería valora que los datos de incidencia acerquen a España cada vez más a la “normalidad” pero insiste en mantener “la sensatez y la calma” para evitar posibles repuntes.

Desde el Consejo se pide a los ciudadanos que lleven una mascarilla siempre en el bolso para evitar situaciones “en la que debamos utilizarla y se nos haya olvidado”. También subrayan la importancia de guardarla en accesorios como bolsas de tela o sobres de papel y “no llevarla en el codo, que es una zona muy expuesta y puede estar contaminada”.

Las enfermeras avisan de que circulan nuevas variantes y de no mantener estas medidas en pocas semanas podría haber una afectación importante en cuando a contagios y hospitalizaciones.

Así, ante la retirada de las mascarillas en exteriores, Guadalupe Fontán, enfermera del Consejo, subraya que “todos estamos deseando recuperar esa normalidad que desde hace más de un año se ha visto alterada. Estamos en el buen camino y eso permite ir relajando algunas restricciones como el uso de la mascarilla en exteriores, una buena noticia siempre que actuemos con sensatez”.

Por ello, asegura que los ciudadanos deben “llevar siempre una en el bolso, la mochila o el coche, para evitar encontrarnos en situaciones en las que debamos utilizarla y se nos haya olvidado. Ahora es fácil porque todos nos hemos acostumbrado a no salir de casa sin ella y así debe seguir siendo”. En este sentido advierte de que “cuando estemos en exteriores y se pueda garantizar la distancia mínima de un metro y medio entre personas no convivientes, podremos prescindir de ella. Pero si de repente entramos en una calle muy concurrida, estamos en una cola o corrillo o nos encontramos con un amigo y nos detenemos a saludarle o a charlar con él, entonces, deberemos utilizarla”. En su opinión, se trata de sencillas recomendaciones que, en estos momentos, no deberían suponer ningún problema para los ciudadanos, acostumbrados a utilizarlas desde hace más de un año.