Huesca

MASCOTAS

El primer consejo, “va a ser para toda la vida”

La veterinaria Elsa Martín señala varios puntos importantes antes de dar el paso

Perrera provincial la DPH.
Perrera provincial la DPH.
Pablo Segura

 “Va a ser un niño que va a depender de ti hasta que muera”. Así de claro hay que tenerlo antes de adoptar un animal. Elsa Martín, veterinaria de la perrera de la DPH o Centro de Adopción de Animales, insiste en que hacerse con un animal, estando ya el abandonado castigado en el Código Penal, supone tener que “responsabilizarte hasta el final de sus días”.

“Va a ser un niño que va a depender de ti hasta que muera” 

Por tanto, la decisión tiene que estar muy meditada y hay que estar “muy seguros”. En el caso de que sea una familia la que adopte, la veterinaria hace énfasis en que todos los miembros “tienen que estar de acuerdo”.

Pese a estas prevenciones, Martín asegura que la persona que adopte “se va a llevar un saco de amor incondicional”, pero insiste en hay que ser “muy consecuente”: “Es un animal, no un peluche. Tiene sus necesidades y existe la posibilidad de que, por ejemplo, rompa un sofá. Pero lo lógico es enamorarse y ser felices de por vida”.

“No se va a arrepentir, pero la decisión debe ser meditada”, recuerda una vez más Martín, que lanza un último consejo, que no es otro que el adoptante debe elegir “un animal que cuadre con él”, con su carácter, y también con otros condicionantes, como si en la familia hay niños, si es un piso o una casa, si va a pasar muchas o pocas horas solo... “Hay perros que no pueden vivir en un piso, otros que no pueden estar con niños...”, señala para resaltar esa necesidad de estudiar bien qué animal se adopta.

La veterinaria añade al respecto de lo meditada que ha de ser esa decisión sobre lo que puede ocurrir si no se hace así. Se trata de un fenómeno que se ha visto de manera frecuente en los últimos meses: el aumento de las llamadas telefónicas al Centro de Adopción para dejar perros adoptados o comprados durante la pandemia. “Con el coronavirus hubo gente que se hizo con mascotas porque tenían más tiempo y ahora (con menos restricciones) se quieren ir de vacaciones, pasar la tarde en el bar y ya no ir al campo”, comenta Martín. “Incluso hubo gente que lo hizo (hacerse con una mascota) para pasear durante el confinamiento”, añade en relación a casos muy contados pero extremos.

Sin embargo, el animal adoptado o comprado es para toda la vida, insiste, y el dueño debe responsabilizarse de él.