Huesca

SANIDAD

Cemsatse denuncia que se agrava la sobrecarga de trabajo en los centros sanitarios

Critica los nuevos protocolos de Sanidad, que saturan las agendas de los profesionales

Centro de Salud Pirineos, uno de los tres de Huesca ciudad, municipio que ha notificado 303 contagios.
Centro de Salud Pirineos.
Pablo Segura

La sobrecarga de trabajo en los centros sanitarios no remite pese a la vuelta a la normalidad decretada por el Gobierno de Aragón y los nuevos protocolos de Sanidad, más la persistente y agravada falta de personal, solo profundizan en el exceso de trabajo.

Ramón Boria, delegado de Cemsatse y médico del Centro de Salud Los Olivos-SantoGrial, afirmó este miércoles que estas nuevas instrucciones están creando “una sobrecarga tremenda” en las agendas. De “muy poco acertadas” calificó estas nuevas medidas, sobre las que resaltó que, además, tampoco han sido consensuadas con los profesionales de la sanidad.

Boria señaló que sumando todos los criterios adoptados por el Departamento de Sanidad para volver a la normalidad en cuanto a número de pacientes atendidos de una manera u otra -presencial, citados a través de Salud Informa, no presencial, indemorable, urgente...- las agendas de los médicos de familia y enfermeras se están saturando.

También contribuye a la situación la falta de personal y el repunte de la covid, por ahora ligero en número y, gracias a la vacunación, con síntomas leves.

Además del trabajo habitual, los huecos en las agendas para libre disposición de los pacientes se han incrementado de 13 a 20; mínimo tiene que haber una atención a domicilio pero con huecos para dos más y cada una “puede llevar una hora”; se deben hacer otras 3 ó 4 atenciones programadas, de una media hora de duración cada una, 4 atenciones indemorables (urgencias) y una decena de atenciones no presenciales o telefónicas, así como las labores más administrativas, tales como renovar recetas, por ejemplo.

Todo ello dentro de una nueva estrategia en la que la covid queda muy relegada, sin dobles circuitos, haciendo pruebas en las propias consultas -con el consiguiente riesgo de contagio- o la supresión de agendas para PCR y antígenos.

Esto ocurre además en un momento en el que la incidencia vuelve a subir pero “las instrucciones son de no pasar ni un palo”, dijo Boria en alusión a las pruebas, aunque sea muy habitual que los pacientes acudan por otros motivos, pero al final también manifiesten tener síntomas de coronavirus.