Huesca

HUESCA

Emociones a flor de piel en una tarde pasada por agua

Lágrimas, abrazos y fotos firmadas en el hasta luego de los novilleros oscenses a cumplir su sueño

Paraguas abiertos y huída al tendido alto en la cita más oscense de la feria taurina. El cielo gris ya advertía del apresurado final de la tarde. Y la charanga Garrampa lo terminó de vaticinar con el Lloverá y yo veré de La pegatina que dio paso a la lluvia. Sin embargo el tiempo no fue suficiente para achantar a un público que iba “entrando poco a poco”, apreció Javi Callau, miembro de la charanga.

Y la lluvia reordenó. Al calor de El tablón o La moto y con una cerveza en la mano los jóvenes volvieron a tendido sol en una tarde que empezaba a saber a fiesta. Una emoción latente hasta cuando la lluvia tiñó el capote del marrón formado en el albero. Ahí se empezaron a oír las primeras quejas entre los asistentes: “así no se puede torear”, “que lo paren”. Y abucheos que terminaron rápido con el segundo toro de la tarde con el que el público rompió. ¿Los que más? Los mallenistas, en la barrera, con su camiseta de soy mallenista, el pañuelo blanco y lágrimas en los ojos.

Emoción que se extendió por el tendido en el que las notas de la charanga recordaban que ya huele a albahaca y que las tardes de toros están a la vuelta de la esquina. Y cuando el cielo dedcidió dar un respiro, también resonó la cancelación del encuentro. En el público, disparidad de opiniones: “Si en vez de ellos hubiera figuras, se habría arreglado y se continuaría con la corrida”, criticó un aficionado. “Me parece bien, no se puede torear así”, apreció otro.

A la salida, les esperaba una despedida a la altura de esas figuras. Firmas y fotos pedidas a la palabra de “maestro”. Abrazos y lágrimas de los cercanos. Es el hasta luego de unos novilleros que prometen volver para cumplir su sueño.