La incertidumbre marca el último cuatrimestre para las empresas

Arranca septiembre y, pese a que no sea el comienzo de año, seguro que hay quien afronta esta fecha con propósitos por cumplir o cambio de hábitos y nuevas rutinas.

Sin embargo, hay algo que permanece, especialmente en el tejido empresarial de la provincia. La incertidumbre. Una palabra que hace temblar a más de uno.

Ya quedó patente a finales del segundo trimestre, cuando en el Índice de Confianza Empresarial, que se confecciona a partir de las encuestas de coyuntura llevadas a cabo por Ceos-Cepyme Huesca, quedó reflejado el elevado grado de incertidumbre que existe y, por tanto, “un aspecto malísimo para la economía”.

Por ello, para Salvador Cored, director general de la Confederación de Empresarios de la provincia de Huesca, el sector empresarial se enfrenta a una situación complicada durante los últimos cuatro meses del año. Hay muchos factores que ocasionan esto, como son el alto incremeto de precios, la falta de los precios, la insuficiencia de mano de obra cualificada o la situación de la energía y el gasóleo son, sin duda, factores claves en este contexto y que hacen que, durante este momento problemático, desaparezcan empresas. “Es lo más normal”, expresa Cored.

De hecho, según los datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística, el año 2021 se cerró con 3.945 empresas en la capital oscense, una cifra que choca con las conocidas los últimos años, puesto que la última vez que se registró una cifra menor a 4.000 fue tras finalizar el año 2015.

Por ello, ahora, con un Índice de Precios de Consumo (IPC) disparado, las previsiones no son nada buenas.

“Es cierto que hubo una ligera bajada del IPC en agosto, pero en cualquier caso es completamente insuficiente”, apunta el director general de Ceos-Cepyme, quien recuerda que venimos de años donde esta cifra se situaba entre el 0 % y el 2 %, llegando a registrarse, incluso, términos negativos, mientras que ahora está por encima del 10 %. “Esto es una medida de cómo van subiendo los precios de todos los productos pero, fundamentalmente, en estos momentos lo que supone una carga importante para las empresas son los precios de la energía o el gasóleo”, algo que, probablemente, “haga desaparecer a más de una empresa”, reitera.

Este IPC disparado lleva, también, a que las personas consuman menos y, en momentos de más gastos, como puede ser en la época actual con la “vuelta al cole”, hará que se ralentice el crecimiento económico.

Sobre esta situación de crisis, Cored lamenta que “ahora que estábamos saliendo de la crisis del coronavirus, entramos en otra donde las previsiones son que el IPC continúe en alza y, en consecuencia, tire hacia abajo de la actividad de las empresas”.

Sin embargo, confía en que de cara al año que viene, “las cosas empiecen a funcionar mejor”.

De hecho, considera que este verano se ha podido constituir “un antes y un después” en determinados sectores como puede ser el hostelero o el turístico. Asímismo, considera de vital importancia iniciativas como los Bonos Impulsa, cuya segunda campaña ya ha comenzado en municipios como Huesca o Graus y que no se descartan en otros puntos de la provincia. Si bien, en este punto es necesario el trabajo conjunto entre la administración general y las instituciones locales y comarcales. “Entre todos hay que echar una mano para que el sector empresarial del territorio salga adelante”.

En cifras

En cuanto a las cifras del total de empresas en toda la provincia altoaragonesa, el pasado año 2021 se cerró con 16.152 activas. Una cifra muy similar a la de los años anteriores, ya que en los siete últimos años la cifra más alta fue en 2018, con 16.503.

Sin embargo, en la capital oscense, el número más alto de empresas operativas fue en 2017, con 4.067.

Por sectores, el que más empresas suma tanto en la provincia como a nivel local es el que tiene que ver con transportes y comercio, siendo de 5.632 en todo el territorio altoaragonés y de 1.156 en la ciudad de Huesca.