Huesca

nueva ley del juego

Proyecto Hombre exige que se proteja más a los menores y se aplique la nueva Ley del Juego

Pide el cierre de las salas de apuestas a menos de 500 metros de colegios e institutos. La entidad va a estar “vigilante” para que se cumpla la norma 

Desde el Centro de Solidaridad velan por los más vulnerables ante el juego.
Desde el Centro de Solidaridad velan por los más vulnerables ante el juego.
R.G.

La nueva Ley del Juego en Aragón fue aprobada a finales del mes pasado, tras un largo proceso de más de tres años de consultas, trámites parlamentarios y debates. El Centro de Solidaridad Interdiocesano Huesca (CSIH), conocido también como Proyecto Hombre, aplaude que “por fin” se haya dado luz verde a esta norma que implica cambios importantes y abre una puerta a la esperanza para muchas personas.

Entre las medidas más relevantes que contempla la nueva Ley del Juego, Elena Palacio, terapeuta y responsable de programas de Proyecto Hombre Huesca, destaca la de poner distancia de 500 metros entre un local de apuestas y cualquier centro donde haya menores. Es algo, dice, para lo que “todavía se está estudiando qué hacer con esos establecimientos que incumplen la distancia, y aquí sí que no nos vamos a echar atrás, es algo que no puede ser”.

Elena Palacio asegura que esta entidad va a estar “vigilante” para que se cumpla la normativa, principalmente en lo referente a la instalación de estas salas de juego junto a colegios e institutos. Proyecto Hombre Huesca, que es la única entidad de la provincia que asiste a quienes padecen una adicción al juego, reclama “seriedad” en este sentido.

La terapeuta destaca que cuando se dio luz verde a la reforma de La Ley del Juego “a nosotros se nos abrió la esperanza” y apunta que, si hay establecimientos que no cumplen la normativa, habrá que sancionar, “porque los chavales son los más vulnerables”. “Aquí vamos a dar la lata. Si no cumplen, habrá que hacer pagar las infracciones y si hace falta, tendrán que cerrar esos locales”, recalca para apuntar que en Sabiñánigo, por ejemplo, hay un local de apuestas a 50 metros de un colegio. La experta resalta a su vez que la nueva Ley del Juego también prohíbe instalar terminales de apuestas en Hostelería y sacar dinero en efectivo de las máquinas TPV con tarjeta. La norma garantiza, además, que los usuarios autodenunciados en el Rejup (Registro del Juego de Prohibidos de Aragón) no podrán usar las tragaperras. Asimismo, estas máquinas deben contener mensajes informativos y un cuestionario previo a la partida y no pueden emitir señales lumínicas o sonoras mientras no estén siendo usadas. La norma también prohíbe expresamente la publicidad y patrocinios que estimulen la práctica del juego y se va a crear una comisión técnica de coordinación interdepartamental para mejorar y continuar con las políticas de protección de los jóvenes, prioridad de la nueva ley.

Además, a partir de ahora, según la nueva Ley, se cambia la denominación de la ludopatía y desde ahora se denominará “trastorno por juego”, algo “más terapéutico”, y también es necesario el control de acceso riguroso a los locales de apuestas, que deben de contar con un libro de registro de visitantes.

Sin cambios desde el 2000

Elena Palacio recuerda que en el año 2020 Proyecto Hombre, Azajer (la Asociación Aragonesa de Jugadores de Azar en Rehabilitación) y la Fundación de Ayuda a la Drogadicción (FAD) participaron en una Comisión del Juego convocada por el Gobierno de Aragón para modificar esta norma que no registraba cambios desde el año 2000. Ambas entidades aportaron sus sugerencias al borrador de la reforma de esta ley que la DGA quiso modificar para adaptarla a la sociedad actual.

Desde esta comisión se potenciaron los programa de prevención dedicados a los jóvenes y se reclamó “más seriedad en cuanto a la aplicación de la normativa y las consecuencias legales”. “Insistimos en que fueran más punitivos en cuanto a la promoción del juego y el daño psicoemocional y familiar que genera a las personas. Y, sobre todo, insistimos mucho en que los más vulnerables son los jóvenes y que nuestras campañas de prevención en centros educativos quedan anuladas ante tanta publicidad”, explica.

El Centro de Solidaridad Interdiocesano Huesca (CSIH), dice, “también apoya mucho la autoprohibición y que ahora se extienda a los establecimientos de hostelería nos parece súper importante”.

30 atenciones en 2022

Proyecto Hombre Huesca atendió en 2021 a 23 personas afectadas por ludopatía. La cifra creció en 2022 hasta 30, todo hombres con problemas de adicción al juego “tras los que hay una pareja y una madre”, 25 de ellos de la capital oscense y el resto de otros puntos de la provincia. Unos 10 fueron tratados por su afán por las apuestas deportivas y eran chavales jóvenes de entre 18 y 22 años, “que vivían con sus padres, jugaban y a veces hasta le pillaban la tarjeta de crédito a la familia y los arruinaban”.

El resto tenía entre 25 y 35 años, “en este perfil, muy normalizado, hay padres ya jóvenes que apuestan todo el sueldo y luego no tienen para pagar la hipoteca ni para cubrir los gastos de sus hijos”. Desde su experiencia, Elena Palacio alerta de que la situación del paciente y de la familia se va agravando de manera que hay casos en los que “ya se empieza a hablar de suicidio, y hasta se ha registrado algún caso de una persona que había dejado el tratamiento”. Por todo ello, afirma que “el tema es muy serio” y pide que se cumpla la normativa con rigor para proteger a pacientes y familiares.

Finalmente, reclama que Proyecto Hombre Huesca reciba apoyos “no solo a nivel preventivo sino también a nivel asistencial” porque estas personas y sus familias no reciben atención en el sistema público. Y afirma en esta línea que, “por supuesto, una persona con adicción al juego se puede recuperar, pero debe hacer terapia, sanar ese vacío que tiene en el alma, mejorar su autoestima y dejar a un lado la necesidad de reconocimiento, lo que le empuja a jugar para ganar, la búsqueda de ese estímulo fácil que puede tener muy malas consecuencias”.