Huesca

Huesca ha podido celebrar, de una vez por todas, la festividad de San Jorge. Tres años han tenido que pasar para que los oscenses pudieran disfrutar en condiciones y con un ambiente primaveral, pues tanto la pandemia como la lluvia fueron los forzosos protagonistas desde 2020 hasta ahora. Almuerzos, actividades y reuniones familiares volvieron a ser el eje central de la jornada.

Desde primera hora de la mañana y “como no podía se de otra forma” han destacado algunos de los presentes, el ancho y largo del cerro de San Jorge fue un año más el escenario ideal para reuniones familiares y de amigos, quienes en primer lugar, desde las 10:00 horas, estuvieron presentes en la ermita para formar parte de la misa en honor a San Jorge.

Además, cientos de vecinos no desaprovecharon la oportunidad de hacer cola en el tradicional reparto de tortas, acompañadas de agua para amenizar el creciente calor que se sucedió con el paso de las horas. “Me da igual esperar 20 minutos o una hora. En mi casa se ha hecho toda la vida y así lo voy a mantener hasta que pueda”, ha explicado Martina, natural de la capital altoaragonesa, entre el tumulto de gente. Por su parte, las mairalesas de los barrios fueron las encargadas de llevar a cabo el reparto de alrededor de 1.500 bollos en uno de los aledaños de El Alcoraz.

A pesar de que, en un principio, no parecía haber un gran número de grupos dispersos por la zona, el cerro de San Jorge empezó a tener un mayor ambiente pasado el mediodía. Bolsas cargadas de tortillas de patata, refrescos, pasteles y demás alimentos comenzaron a abundar entre las mesas de picnic o en el mismo césped. “Venimos todos los años a pasar el día, comer y nos quedamos hasta que ya no hay nadie más”, asegura Maite Ayuda, vecina también de Huesca, quien ha llegado acompañada de sus hijos y cuatro familias más. “Nuestros hijos tienen 13 años, y desde que son muy pequeños no hemos dejado de celebrar este día todos juntos”, ha añadido.

Otros grupos, por ejemplo, han preferido participar de la fiesta con “un almuerzo en condiciones” en los alrededores de dicho lugar. Sin embargo, “nosotros no nos quedamos a comer aquí. Ya es mucho tiempo el que varios matrimonios nos unimos aquí para almorzar todos juntos. Y luego, a comer y a tomar un café por ahí”, reflejan.

Luis Felipe, alcalde de Huesca, valoró “el esfuerzo realizado en inversiones para mejorar la zona, y sobre todo para ir configurando un corredor para la práctica del deporte y de una vida saludable” que hoy en día goza de "un uso importante" en el día a día y en fechas como San Jorge.

Sin incidencias

Entre otros aspectos positivos, tanto la noche del sábado al domingo como la mañana han transcurrido sin ningún tipo de incidencia entre los jóvenes, tal y como ha confirmado el Ayuntamiento de Huesca. Hechos que, como ha resumido Mercedes Guiseris, jefa adjunta del área de Derechos Sociales e Igualdad del Ayuntamiento, “dice mucho de la concienciación que empieza a existir y de la labor que se desde todos los estamentos”.

Desde 2008, el programa de actos de dicha festividad incluye una Zona Joven que, como viene sucediendo durante los últimos años, ha sufrido considerablemente la reducción de participación de adolescentes. En sus inicios, se trataba de un espacio que gozaba de una notoria presencia juvenil desde primera hora de la mañana, algo que ha tenido esperar este año hasta pasadas las 11:00 horas.

Los menores a partir de 13 años pudieron realizar actividades como cócteles sin alcohol “para demostrarles que no hace falta consumir para divertirse”, incidió Ramón Lasaosa, concejal de Fiestas del Ayuntamiento. También disfrutaron de deportes como el bádminton o el fútbol, manualidades o carreras de sacos, entre otros. 

Los más pequeños también "se lo han pasado bien" con Menudo Teatro, aseguran algunos padres. "Siempre es bueno que piensen en todos los públicos, y a los que somos padres nos da un motivo más para venir a pasar la mañana", añade César, padre de dos hijos de 6 y 2 años. 

No pudo faltar tampoco la solidaridad que, esta vez, de la mano de la ONGD Salesiana de Huesca, buscó donativos para luchar contra la dramática situación que se vive en Siria. A cambio de ello, ofrecieron diferentes tipos de bizcochos y postres realizados en el VIII Concurso de tortas, bizcochos galletas y cupcakes “San Jorge”.