Los despidos disciplinarios pasan en una década del 33 al 55 %

El número y porcentaje de despidos disciplinarios en los que interviene el Sama se ha disparado en la última década, pasando de ser el 33 % en 2013 al 55 % el año pasado. Aparte del “mal uso y abuso que siempre ha habido”, como apunta Pablo Castillo (CCOO), la razón más plausible tiene que ver con la reforma laboral y el fin de los contratos temporales.

Un despido disciplinario, a efectos prácticos, tiene como gran diferencia con los demás que el trabajador pierde la indemnización, que se ahorra la empresa. Pero si se acredita que ha sido improcedente, la indemnización aumenta a 33 días por año.

Más que por esta causa, Castillo, Miguel Ángel Colomina (UGT) y Concha Gil, directora del Sama, coinciden en que la causa principal es el final de la temporalidad. Se apoyan en que la gran mayoría de estos casos acaba en acuerdo en el Sama.

“En un porcentaje importantísimo, los (despidos) que van al Sama son disciplinarios”, señala Colomina, que agrega que “ahora el 90 % de los despidos son disciplinarios y, cuando se está en crisis, es objetivo, por razones económicas”.

Castillo aporta otra posible explicación: “Si el empresario pone despido objetivo en la carta, puede perder subvenciones. Entonces, pone disciplinario y en el Sama ya negocia la indemnización” que, en principio, no correspondería.

Por otra parte, en lo referido a despidos totales, la directora del Sama advierte de que en 2022 hubo más expedientes que en 2013.

Con una diferencia clara sobre la situación económica entre ambos años (en 2013 se vio la peor cara de la anterior crisis), Gil considera que las cifras actuales se deben “sobre todo a la rotación, variabilidad del mercado y a la temporalidad”: “Hay trabajadores a los que se despide con poca antigüedad, de uno a tres años, y pasan por aquí varias veces (por cada despido en cada empresa). Es por la variación y la rotabilidad” del mercado laboral.

Adelanta la directora del Sama que en lo que va de 2023, también se está viendo “muchísimo incremento” en el número de despidos y “por las mismas causas”.

A efectos prácticos, según señalan fuentes conocedoras de estos procesos, el fin de la temporalidad con la reforma laboral ha supuesto que los despidos “encubiertos” de trabajadores que, aunque indefinidos sobre el papel son temporales en la realidad, tengan ahora una mayor indemnización (antes era de 12 días).

Por la otra parte, la empresarial, que debe alegar una causa siempre en un despido, ahora estaría recurriendo al disciplinario para despedir libremente y luego negociar en el Sama.