Huesca

SANIDAD

Unos 100 pacientes de la provincia sufren cada día la falta de ambulancias

Se trata de usuarios del transporte no urgente que deben ir a consultas, rehabilitación o analíticas

Ambulancia en el Hospital San Jorge
Ambulancia en el Hospital San Jorge.
D.A/Rafael Gobantes

Cada día, en torno a 100 pacientes de la provincia de Huesca tienen serias dificultades para llegar a consultas programadas, sesiones de rehabilitación y analíticas por la falta de ambulancias de transporte sanitario no urgente.

Ante la anulación de servicios, enfermos, personas con discapacidad y mayores de residencias de diferentes puntos del Alto Aragón deben rascarse el bolsillo y recurrir a familiares, taxis, autobuses o a la Cruz Roja para poder llegar a sus citas médicas, en muchos casos decisivas para su salud. Claro que, hay ocasiones en las que se quedan sin poder ir.

Al parecer, según los sindicatos, Transalud Aragón, concesionaria de este servicio desde agosto de 2020 con un contrato de cuatro años, achaca a la huelga que sus trabajadores llevan realizando desde el pasado mes de febrero esta falta de ambulancias, algo que desmienten los empleados.

Desde el comité del Transporte Sanitario No Urgente (SNU) denuncian que la concesionaria “se escuda” en la huelga y se “aprovecha de la situación” para “abaratar gastos en gasoil” además de “no contratar a gente”. 

Esta situación, dicen, ya ha sido comunicada al director de Asistencia Sanitaria para que “se fiscalice”. También se han denunciado en inspección de trabajo los incumplimientos de contrato por falta de personal y de ambulancias. Y se preguntan, “cómo se pueden meter bajo la alfombra tantos servicios sin hacer y sin pedirle explicaciones a la empresa”.

 Hasta el Justicia de Aragón se pronunció el pasado mes de septiembre reclamando a la DGA que fijara los “mecanismos necesarios” para que la empresa que presta el servicio de transporte sanitario no urgente se haga cargo de los gastos asumidos por el paciente en aquellos supuestos que aquel no atienda un traslado solicitado. 

Carlos Carruesco, delegado del comité del Transporte Sanitario No Urgente (SNU) en la provincia de Huesca, recuerda los motivos de esta huelga que sigue activa pero con un “seguimiento muy mínimo, del 1 o el 2 %” a diario, al margen de algunos paros convocados en fechas concretas hasta este verano.

“Llevamos sin un convenio firmado desde 2018, con una congelación salarial y sin ningún tipo de mejoras a nivel laboral porque no tenemos ningún tipo de renovación de convenio, y eso es lo que reclamamos”, plantea.

En su opinión, la empresa Transalud, que se encuentra en su último año de concesión y no contempla una prórroga, está ahorrando costes de personal y de combustible reduciendo las plantillas y servicios. Una política que, advierte, puede seguir activa hasta el próximo año, cuando vencerá su contrato.

“Como es el último año de cobro lo que hacen este tipo de empresas es intentar reducir los gastos al máximo posible para incrementar los beneficios. A los miembros de los comités nos han informado de que tienen el compromiso firmado de que no van a tener que hacer una prórroga, porque la empresa no la quiere porque dice que pierde dinero con esta contratación”, explica. Según los plazos que se marcan en las licitaciones de las contratas públicas, “estamos hablando de que hasta septiembre del año que viene, por lo menos, se tendrán que quedar”, lamenta.

Y el servicio hace aguas. “Estamos con una reducción brutal de plantilla”, afirma Carlos Carruesco, que detalla que “si hace dos años había 58 empleados, ahora mismo somos 38 en toda la provincia de Huesca. Esto supone diariamente muchas ambulancias que no salen porque no hay gente para que las lleve y muchos servicios que lógicamente no se pueden realizar porque esos vehículos no están operativos”.

La empresa, dice, pone “la excusa” de que no encuentra personal para cubrir esas plazas. “A lo mejor en Huesca no hay posibles empleados, pero con una motivación económica adecuada se cubrirían esos puestos de trabajo, comenta el representante sindical, que rechaza este argumento de forma tajante.Asimismo, asegura que la empresa está “abusando de la situación” para reducir costes porque “si una ambulancia está parada no gasta y como está cobrando un dinero del salud por ese servicio esa cantidad se queda íntegra para la empresa”.

Por todo ello, plantea que lo que se está haciendo es restringir las ambulancias de los servicios mínimos, que transportan a pacientes oncológicos, servicios de diálisis, pruebas diagnósticas y traslados interhospitalarios.

Respecto al resto, los no mínimos, asegura que en muchos casos se contacta con un familiar cercano o con el propio paciente para tomar una serie de datos “y si exigen un desplazamiento considerable lo que hacen es asegurar que tienen ambulancia para ir pero no garantizan un vehículo para volver a su destino”.

Esto provoca que los usuarios opten por sus propios medios para “no quedarse tirados en el hospital”.

Este periódico ha intentado obtener sin éxito la versión de Transalud Aragón, que no ha querido pronunciarse sobre este tema.

La DGA quiere mejorar el servicio

El Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón asegura que “es consciente” del problema que supone la falta de ambulancias del transporte sanitario no urgente y que se están realizando “penalizaciones” por los servicios que no se cumplen. Fuentes del Departamento indican que “no pueden interferir en el conflicto laboral entre trabajadores y empresa pero sí exigir el cumplimiento del contrato” y apuntan que para el año que viene se ha consignado un 16 % más del presupuesto del transporte sanitario no urgente. Se trata de un incremento de 1,6 millones de euros para mejorar el servicio en los nuevos pliegos que se van a redactar porque el actual contrato finaliza en febrero de 2024, explican.