Huesca

La suspensión del concierto de Lola Índigo en Huesca irá a los tribunales

El ayuntamiento no abonará los 78.650 euros del espectáculo que se suspendió, según el consistorio, “por causa no justificada”

Suspensión del concierto de Lola Índigo en Huesca. El público antes de anunciarse la suspensión
Suspensión del concierto de Lola Índigo en Huesca. El público antes de anunciarse la suspensión
Javier Navarro

El Ayuntamiento de Huesca se niega a pagar el concierto de Lola Índigo que se suspendió “por causa no justificada”, alegan, y el asunto acabará en los tribunales. Así lo han asegurado este lunes fuentes del consistorio, que han informado de que el proceso administrativo que se abrió en agosto, tras el fallido espectáculo, se ha cerrado recientemente con un decreto de alcaldía desestimatorio y que la empresa intermediaria, la Traca, tendrá que continuar ahora por la jurisdicción civil su reclamación de cobro.

Fue la noche del 10 de agosto cuando la ilusión de miles de personas que esperaban a que la artista saliera al escenario, colocado en el recinto ferial de Huesca, se vio truncada. Tras la no actuación llegó un cruce de acusaciones entre el Ayuntamiento y la artista que ahora llega a los tribunales, aunque Lola Índigo no está implicada. Y es que la empresa que hizo de intermediaria sí le pago el concierto y ahora es ella, espectáculos La Traca quien reclama al consistorio el pago de los 78.650 euros que costaba el concierto.

Los 3.000 espectadores que esperaban la salida de la artista, escucharon como, con una hora y cuarto de retraso sobre la hora prevista para el espectáculo -aunque algunos llevaban más de tres para tener un sitio en las primeras filas-, se les anunciaba la suspensión del concierto “por problemas técnicos” ajenos al Ayuntamiento y que se buscaría una nueva fecha. La propia artista, en sus redes sociales, incidió en que habían estado ahí hasta “el último momento” intentando solucionarlo y que había sido “imposible llevar a cabo el concierto”, pero que volvería.

Pero horas más tarde comenzaban las acusaciones entre el Ayuntamiento, que anunciaba que iba a estudiar emprender acciones legales por la suspensión del concierto, y la artista, que llegó a acusar al consistorio de contratar un “proveedor barato” que instaló, criticó, “materiales en malas condiciones que no cumplían los requisitos técnicos”. La empresa a la que hacía referencia, Rampa, emitió un comunicado en el que aseguró que no hubo causa justificada “suficiente” para suspender el concierto refiriéndose a los problemas técnicos que alegaba la cantante y bailarina con una pantalla.

En la memoria de contratación del espectáculo, colgada en la plataforma de contratación del Estado, solo se recogen tres excepciones para la no celebración del concierto: covid, cuarentena por una enfermedad o causas meteorológicas adversas. Es más, se incide en que “en el supuesto de que el espectáculo objeto de esta oferta no se pudiera realizar por motivos técnicos (tales como imposibilidad de adaptación al espacio propuesto u otros de índole asimilable) ésta oferta quedará anulada de pleno derecho. En este supuesto el adjudicatario no podrá reclamar compensación alguna derivada de la cancelación de la misma”.