Huesca

TEMPORAL

La nieve regresa al Pirineo en plena Semana Santa y obliga al uso de cadenas

Las precipitaciones han dejado en cotas altas hasta medio metro de espesor

Aspecto que presentaba la estación de Candanchú este martes.
Aspecto que presentaba Candanchú este martes.
Estación de Candanchú

La nieve ha vuelto a teñir de blanco el Pirineo aragonés en plena Semana Santa, dejando este martes espesores de hasta medio metro en cotas altas de la provincia de Huesca. Las precipitaciones comenzaron a caer a las 23:00 horas del lunes y persistieron durante toda la noche hasta mediadas las 12:15 horas del martes. Además, han afectado a las carreteras del Pirineo y han dificultado la circulación en puntos como Canfranc-Estación, Candanchú, Benasque o Cerler.

Las precipitaciones han caído con mayor intensidad en en el norte de Jacetania, con 57,8 litros por metro cuadrado en Canfranc, 55,9 en Candanchú o 53,2 en Veral-Biniés, según los datos de las estaciones meteorológicas de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). También destacan los valores en Panticosa (52,2 litros por metro cuadrado), Monte Perdido (45,4), Vadiello (41,1), Loarre (37) o Cerler (29). Ante esta previsión, la Confederación llevó a cabo este lunes maniobras de desembalse en ocho pantanos de la cuenca, entre ellos Yesa, El Grado y Barasona, debido en parte al alto volumen de agua que almacenan alguno de ellos, cercanos al 100 por cien.

En cotas altas, la nieve alcanza el medio metro y las estaciones de esquí han seguido recibiendo el “oro blanco”. Aramon Cerler presenta 17 remontes y 28 pistas abiertas, aglutinando 33 kilómetros esquiables y espesores de hasta 105 kilómetros. Por su parte, Aramon Formigal-Panticosa alberga 24 remontes y 97 pistas abiertas, con 109 kilómetros esquiables y espesores de hasta 107 centímetros. En tercer lugar, Astún-Candanchú (100k) tiene 27 remontes y 86 pistas abiertas, sumando un dominio de 77 kilómetros esquiables y hasta 230 centímetros de espesores.

Durante toda la mañana del martes, la DGT ha establecido la prohibición del paso de camiones y autobuses y ha obligado a la circulación con cadenas o neumáticos de invierno en la N-330b a la altura de Candanchú, en la N-330a en Canfranc-Estación, en la carretera N-330 en Villanúa, en la A-136, entre Lanuza y Portalet, y en la A-2606, carretera de acceso al balneario de Panticosa. 

También se han visto afectadas las carreteras en Ribagorza Alta, donde por la tarde sigue la prohibición de la circulación de camiones en la A-2617 a la altura de Cerler y en la A-139 en Benasque.