Centros de salud que dan citas a veinte días vista, urgencias hospitalarias con esperas de muchas horas, especialidades con demoras de meses e incluso superiores al año y un sistema sanitario “sobrepasado” en todos sus niveles. La ya crítica falta de profesionales sanitarios -algo que se conocía desde hace más de dos décadas pero para lo que no se han tomado medidas de calado- ha llegado a un punto en el que el presidente del Colegio de Médicos, José María Borrel, urge acciones de todo tipo ya no para volver a la situación de hace unos años, sino simplemente para salvar los muebles unos años hasta que se formen nuevos sanitarios.

“El sistema está colapsado a nivel nacional, no solo en Huesca, ante la indiferencia de nuestros políticos durante todos estos años. O recortamos de otros gastos más superfluos o esto se nos va de las manos”, declara Borrel, quien advierte de que aunque ahora se tomen medidas, “no veo una solución a corto plazo. Es tremendamente difícil sin un descenso de la calidad (en la asistencia sanitaria), que ya ha bajado notablemente”.

Borrel, como ya han dicho muchas veces las organizaciones sanitarias desde los años 90, explica que el problema de raíz es la falta de profesionales y recuerda que multitud de estudios desde esa década anticipaban las jubilaciones masivas que iba a haber estos años. Pese a conocerse el problema que venía, los sucesivos gobiernos, ya estatales o autonómicos, no tomaron medidas, critica el presidente del Colegio.

Y a la espera de que se formen más sanitarios -un proceso que lleva años-, Borrel emplaza a centrarse en otras dos cuestiones: “la barra libre” que algunos creen que es la sanidad y la educación sanitaria de la población.

La “barra libre”, un derroche inasumible

Explica Borrel que la “barra libre” sanitaria es ir a Urgencias por unas décimas de fiebre o por estar un poco acatarrado. La factura de esa “atención sanitaria sube a varias decenas o cientos de euros y eso el sistema no se lo puede permitir”. “Es un derroche de dinero que alguien paga”, añade.

“En otros países, como Inglaterra, te dan un paracetamol y te dicen que vayas al centro de salud al día siguiente, nada más. Y el director apoya a los profesionales. Aquí eso es impensable, porque los gestores ven al paciente como un votante y como un voto que puede perder”.

El presidente del Colegio contrapone este actuar con el de un buen uso de los recursos sanitarios, que, en el ejemplo anterior, consiste en pedir cita al centro de salud.

“Si el sistema sanitario lo admite todo, y en los centros de salud vemos constantemente (como urgencias) gente que está de paso o con síntomas levísimos”, la situación seguirá agravándose, expone Borrel.

Pero por otra parte, y dado el grave deterioro de la sanidad en estos años, Borrel también dice entender a los pacientes que acaban en Urgencias por temas en principio menores. “Esperar 20 días en un centro de salud es una barbaridad y los hospitales de Inglaterra te mandarán al centro de salud (por temas menores) pero porque, en el peor caso, la espera es de 3 días, algo asumible”.

Y esta es una de las claves de la pescadilla que se muerde la cola que atenaza la sanidad, admite Borrel, quien insiste, no obstante, en que “todos los partidos se pongan de acuerdo en definir las vías por las que se recibe asistencia sanitaria universal, pública y gratuita”.

Eso “para empezar”. Otro problema a resolver es el de traer de vuelta a todos los sanitarios que se fueron años atrás “porque ‘sobraban’ médicos”. “Y no volverán no solo por cuestión económica, sino porque quieren trabajar sin interferencias de las gerencias”, apostilla.

Y más en general y englobando todos estos cambios y reformas, el presidente del Colegio de Médicos vuelve a subrayar, como viene haciendo años, que esta tarea se “tiene que hacer entre todos”, en alusión a los partidos, “no solo por un Gobierno”.

Argumenta Borrel que así se conseguiría un pacto más duradero y la sanidad dejaría de usarse como arma política.