Opinión
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  • Diario del AltoAragón

Un paraíso para las aves

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Imagen de archivo de la Alberca de Loreto
D.A/Pablo Segura

LOS SACOS de escombros se acumulan en una de las naves abiertas y abandonadas, en su interior, pero también junto a los muros aledaños. Uralitas rotas en uno de los rincones, en otros, más desechos de obras, estos ya ni siquiera en sacos. El Grupo Ornitológico Oscense denuncia la amenaza que supone el vertido de escombros ilegales en un paraje cercano a la alberca de Loreto, un ecosistema de alto valor natural muy próximo a la capital altoaragonesa y uno de los lugares de paseo más recorridos por los vecinos oscenses. No es nueva la situación, pero cada día va a más, cada vez hay más y más escombros de obras que temen que dejan ahí las personas que trabajan en negro y no pueden acceder a los vertederos.

La pareja de lechuzas -una especie protegida- que anidaba habitualmente en la nave ya no lo hace. Era una de las más prolíferas de la Hoya de Huesca y según el grupo conservacionista llegaba a sacar adelante entre 12 y 14 polluelos al año en dos puestas. Temen que se haya marchado buscando más paz, sin el ir y venir de vehículos que se acercaban a tirar escombros. Tampoco están los nidos de golondrina ni las abubillas. Y recelan que pueda seguir afectando a más especies en este paraje. La alberca de Loreto, en el invierno, es el hábitat para 70 aves diferentes. Durante el año, para alrededor de 150.

Más vigilancia es lo que solicitan para que este vertedero ilegal deje de serlo, para que no se acumulen allí los escombros, algunos de ellos como el amianto, muy peligrosos. Echan la culpa a los albañiles “ilegales” porque a alguien le habrá salido más barata la factura, pero la pagamos entre todos, ya que amenaza nuestro entorno.