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INDULTOS PRESOS DEL 'PROCÈS'

El Gobierno estudia reformar la sedición y analiza los indultos

El presidente apuesta por abrir “una nueva etapa” que deje atrás “un mal pasado”

Sánchez (derecha)ha recibido en Alcalá de Henares a su homólogo polaco, Mateusz Moraviecki.
Sánchez (derecha) ha recibido en Alcalá de Henares a su homólogo polaco, Mateusz Moraviecki.
E.P.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, restó este lunes importancia al “coste” político que pueda tener para su Ejecutivo un futuro indulto de los líderes independentistas catalanes porque “ayudar a resolver problemas no representa un coste” y por el bien de la “cohesión” y la “concordia”. En medio de la creciente polémica por esta decisión, que ya está sobre el tejado del Gobierno y a la que expresaron sus reticencias destacadas figuras del PSOE, Sánchez apostó por abrir “una nueva etapa” que deje atrás “un mal pasado”.

Fue en la rueda de prensa tras la cumbre hispano-polaca celebrada este lunes en Alcalá de Henares, en la que el presidente dejó claro que esa decisión la tomará el Ejecutivo “en conciencia” y no pensando en los efectos negativos que pueda tener. Para Sánchez, lo importante ahora son “los millones de catalanes que quieren vivir en paz y que quieren superar el desgarro emocional” que supuso lo sucedido el año 2017 al transitar “de un mal pasado a un futuro mejor” desde la “concordia” y la “cohesión”.

De forma paralela a esa decisión para la que aún no hay fecha, el Gobierno trabaja también en una reforma del delito de sedición para rebajar las penas. Una reforma que beneficiaría a líderes independentistas, como Carles Puigdemont, pendientes de juicio, pero que para Sánchez permitiría homologar este tipo penal al de los “países más avanzados”.

El PP consideró a su vez que esa posible reforma del delito de sedición sería un “traje a medida” tanto para los dirigentes independentistas condenados en el “procés” como para los “huidos” por el referéndum ilegal. Según el PP, que confirmó que Pablo Casado acudirá a la manifestación de Colón del 13 de junio en contra de los indultos, esta es otra de las “grandes mentiras de Sánchez”, porque se comprometió a hacer que Puigdemont respondiera ante la Justicia.

Por su parte, Vox avisó de que si se confirma el indulto a los condenados del “procés”, acudirán primero a los tribunales y después convocarán a los ciudadanos a protestar en la calle.

La líder de Ciudadanos (Cs), Inés Arrimadas, dio a entender este lunes que estará en la manifestación contra los indultos y al ser preguntada si participará ha contestado: “Todo el mundo se imagina dónde voy a estar el día 13 y por qué voy a estar ahí”.

En su opinión, los indultos que está “preparando” Sánchez no son indultos sino “insultos” a quienes “se han partido la cara en Cataluña defendiendo a España” y a los millones de catalanes “a los que el independentismo lleva pisoteando durante años”.

Mientras llega esa medida de gracia, ERC instó al Gobierno central a retomar “lo más pronto posible” la mesa de diálogo sobre Cataluña, que se reunió una sola vez, en febrero de 2020, antes de quedar aparcada por la pandemia.

A falta de configurar la composición de la delegación catalana en esta mesa de diálogo, ERC adelantó que desearía incluir en ella a Oriol Junqueras, uno de los líderes independentistas presos que podrían beneficiarse del indulto. Una propuesta que cayó este lunes bien en las filas del PSC, que defendieron, por otra parte, que lo “lógico” es que en la mesa de diálogo entre Gobierno y Generalitat participen solo miembros de los respectivos ejecutivos, lo que excluye a Junqueras, que no es “conseller”.