ENCUESTA DYM HENNEO / INTENCIÓN DE VOTO
Sumar se lleva voto de PSOE y Podemos, y el PP mantendría la mayoría con Vox
La decisión de Yolanda Díaz de presentarse a las elecciones generales bajo la marca Sumar ha revolucionado el tablero político, pero más a la izquierda que a la derecha. Su plataforma cosecharía hoy el 9,2% de los votos y lograría entre 18 y 22 diputados. Los principales perjudicados serían el PSOE, que perdería 3,5 puntos porcentuales, y Podemos, que vería su estimación de voto caer un 2,6 puntos. El bloque de la derecha sufriría un ligero retroceso, pero PP y Vox seguirían cerca de la mayoría absoluta cosechando un 30,6% y un 14,6%, respectivamente.
Es la foto fija que deja el barómetro de abril del Instituto DYM para HENNEO, el primero que pregunta por Sumar. La organización de la vicepresidenta segunda lograría un resultado similar al que, antes de su aparición, tenía Podemos en los sondeos. Los morados, con quienes todavía no ha alcanzado un acuerdo para ir en coalición a los comicios de final de año, lograrían así un 6,8%, su peor resultado en la serie histórica de dichos sondeos. Esa cantidad se traduciría en un resultado de entre 7 y 10 diputados. En todo caso, la suma de ambos (entre 25 y 32) tendría menos asientos en el Congreso de los Diputados que los 35 con los que actualmente cuenta Unidas Podemos.
Daño al PSOE
La aparición de Sumar también haría daño al PSOE, que seguiría como segunda fuerza con el 24,7% de los votos, pero sufriría un descenso de 3,5 puntos respecto a marzo. Esto le haría pasar de tener entre 108 y 113 diputados del sondeo de marzo a estar entre 98 y 103 en abril. En la actualidad, tienen 120. En todo caso, la izquierda seguiría muy lejos de poder gobernar. La suma de las tres marcas tendría entre 123 y 135 asientos en el Congreso de los Diputados. Más País, que estaba presente en los sondeos y que rondaba la cifra del 2% de voto (lo que suponía entre 2 y 3 diputados), se ha incluido dentro de Sumar.
Por contra, Díaz apenas hace variar el escenario del bloque derecho, que seguiría estando cerca de la mayoría absoluta en el peor de los escenarios (172) y alcanzándola en el mejor (181). Pese a sufrir un ligero retroceso de una décima respecto a marzo, el PP continuaría siendo la fuerza más votada con el 30,6% y entre 127 y 132 escaños en solitario. Vox, por su parte, pierde siete décimas tras alejarse del foco después de su fallida moción de censura, pero obtendría el 14,6% de los sufragios y entre 45 y 49 escaños. En porcentaje, la suma de Podemos y Sumar (16%) es mayor que la cifra de Vox, pero su concurrencia en separado les hace imposible pelear por la tercera plaza. Ciudadanos continuaría con el 2,2% de los votos y entre 0 y 1 diputados, al igual que el mes pasado.
El aguante de las derechas se debe a la alta fidelidad de los votantes de PP y Vox, que ven cómo hay un cambio de cromos. Este mes, a diferencia de marzo, son los populares los que cosechan un 85% de fidelidad y los de Vox, un 82%. En todo caso, son porcentajes muy superiores a los de PSOE y Podemos, que caen en picado tras la aparición de Sumar. Los socialistas solo lograrían retener al 63% de su electorado y los morados, al 48%, menos de la mitad.
Fuga del votante socialista
De hecho, el sondeo también muestra cómo cerca del 30% de los electores que optaron por la papeleta de Unidas Podemos en las elecciones generales de 2019 hoy elegirían a Yolanda Díaz. No es el único dato del que bebe Sumar, que también recibiría un 9,3% de los votantes socialistas hace cuatro años. Es decir, la ministra de Trabajo lograría robar casi un millón de papeletas a la formación morada y más de 630.000 al PSOE, una cifra nada desdeñable. Más aún cuando Moncloa niega que este trasvase sea tal. Tampoco es desdeñable la fuga de votantes socialistas que ahora optarían por el PP y por Alberto Núñez Feijóo: el 8,5%. Es decir, más de 577.000 votos.
Eso sí, no todas las consecuencias de la aparición de Sumar son malas para el presidente Pedro Sánchez. En el polibarómetro de abril realizado por DYM, el Gobierno vuelve a marcar su máximo de valoración -un 4,1 de entre 0 y 10 puntos-, como en el pasado mes de febrero y tras un retroceso en marzo. Sigue así la línea ascendente que se viene produciendo desde diciembre del año pasado, cuando registró un 3,8. Todo ello, pese a que empeora la valoración entre los votantes del PSOE y de Podemos. En el caso de los socialistas, cae de un 6,3 a un 5,9. En el de los morados, de un 6,2 a un 6,1. En el espectro derecho, la opinión sobre el Gobierno apenas varía: los electores del PP lo puntúan con un 2,3 y los de Vox, con un 1,4.
