“Buscábamos un pueblo pequeño y, en Argavieso, nuestros hijos son felices”

“Nuestros hijos son felices aquí, para nosotros Argavieso ha sido un cambio brutal”, comenta Rita Teixeira, que se ha instalado hace tres meses en este municipio de La Hoya de Huesca con su marido y cinco de sus seis hijos, porque el mayor ya se ha independizado. Gracias a ellos y a alguna otra familia que ha llegado en los últimos tiempos, Argavieso ha vuelto a superar la temida barrera para los municipios de bajar de los 100 habitantes, por la pérdida de financiación y de concejales. Si todo sigue igual, en las próximas elecciones volverán a elegir a cinco concejales. “Es importante que la gente se plantee vivir en un pueblo, pero desde las administraciones tienen que colaborar para que sea posible ofrecer unos servicios mínimos de calidad”, comenta la alcaldesa, Mónica Soler, en alusión a la financiación estatal. En este ayuntamiento, ni siquiera cuentan con alguacil. Además, critica que los planes de la DPH penalizan a los municipios con impuestos bajos, cuando para ella favorece que se asiente población.

Pero Rita no echa nada en falta. Antes vivían en Siétamo, pero todavía querían un pueblo más pequeño y se decidieron por Argavieso porque tuvieron la oportunidad de comprar una casa que van reformando ellos. “Aquí nos han recibido como una familia más, como si fuéramos del pueblo. Te traen cosas del huerto, te ayudan. A veces les digo en broma de irnos a Huesca y mis hijos dicen que no quieren salir de aquí”, asegura Rita, portuguesa y casada con un nicaragüense. Han encontrado su lugar.