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COLABORAN: CAJA RURAL DE ARAGÓN Y DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUESCA

Las capitales reciben el doble de ingresos por habitante que los pequeños pueblos

#CONTRALADESPOBLACIÓN

El informático Adrián Mínguez teletrabaja desde Canfranc.
El informático Adrián Mínguez teletrabaja desde Canfranc.
D. A.

Zaragoza recibe del Estado 409,69 euros por habitante, mientras que los municipios de la provincia de Huesca, exceptuando la capital, perciben una media de 187,45 euros por vecino. En el caso de la capital oscense, aunque la cantidad es superior a la media de las áreas rurales, con 237,36, también se encuentra muy por debajo de la media de las capitales, que se sitúa en 390,28. Estos datos se desprenden de un estudio realizado por la Diputación Provincial de Huesca, que revela la desigualdad entre el medio urbano y el medio rural.

“No puede ser que con más servicios y no tan dispersos, el ingreso por habitante en Zaragoza sea el doble o más. Azcón se puede permitir rebajas fiscales para atraer empresas y, por otro lado, reclama ingresos al Estado cuando tienen ya el doble por habitante que los pueblos. Si estamos hablando de un desequilibrio entre zona rural y urbana, al menos cobremos todos igual”, asegura el presidente de la Diputación Provincial, Miguel Gracia, que ya puso este asunto sobre la mesa en la presentación de los presupuestos.

“Tenemos que darle una vuelta a la financiación local. Las capitales cada vez son más grandes, los pueblos desaparecen y esas diferencias aumentan año tras año. Con menos recursos, se pueden hacer menos cosas y la desigualdad aumenta”, comenta el alcalde de Canfranc y diputado de Hacienda, Fernando Sánchez. “Mucha gente decide irse a las ciudades porque tiene más servicios y más recursos. Los que vivimos en el mundo rural valoramos otras cosas, pero la propia financiación del Estado discrimina. Se va a incrementar más esa diferencia y, al final, será muy poca la gente que viva en la España Vaciada y cada vez más en los grandes centros de población”, indica.

Sánchez también apunta que la mayor parte del medio rural no se puede comparar con Canfranc, una localidad bien situada -cerca de las estaciones, la frontera, de Jaca...-, donde se van a invertir 30 millones de euros por la estación internacional. Con todo, también resalta que es un pueblo de menos de 600 habitantes, con la financiación por esa cifra, pero tiene que ofrecer servicios para 3.000.

Ahora, está ganando poco a poco población, aunque prevé que los datos serán engañosos porque el confinamiento aumentó los empadronamientos. Aún así, otros se han trasladado definitivamente, como Adrián Mínguez, un joven de 30 años al que la pandemia y la posibilidad de seguir teletrabajando como informático para una empresa de Barcelona le ha permitido tomar la decisión de trasladarse a Canfranc, donde siempre había pasado las vacaciones y por ahora se ha instalado en el piso familiar. “La razón principalmente fue el contacto con la naturaleza”, explica acerca este aficionado a la montaña y al esquí. Además, fue determinante que pusieran fibra, porque “me conecto a varios equipos y antes la conexión no era buena”, señala. Piensa en quedarse, dice.

Además de Adrián y alguna otra persona que teletrabaja, han llegado familias, algunas extranjeras, para gestionar negocios de hostelería. “Con lo que se está haciendo, el empleo está asegurado. Para nosotros el factor limitante en los próximos años será la vivienda, y estamos trabajando con Suelo y Vivienda de Aragón para que haga en alquiler con precio asequible y entonces aumentará la población”, indica Sánchez. “Pero esto no es lo habitual, todo el mundo rural no es Canfranc y requiere de financiación”, asegura.