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COLABORAN: CAJA RURAL DE ARAGÓN Y DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUESCA

El patrimonio eclesiástico como impulso al desarrollo local y frente a la despoblación

#CONTRALADESPOBLACIÓN

Pablo Delclaux, Ángel Pérez, Angel Fernández y Ángel Noguero ante el frontal de San Hilario en el Museo Diocesano.
Pablo Delclaux, Ángel Pérez, Angel Fernández y Ángel Noguero ante el frontal de San Hilario en el Museo Diocesano.
A. H.

NO ME mandaron aquí para administrar ruina, sino para poner en valor y sacar a flote los valores que tienen todos los hijos del Alto Aragón. Cada cual que aporte lo que tenga”, señala Ángel Pérez, obispo de Barbastro-Monzón. La reflexión viene a cuenta de las XL Jornadas Nacionales donde se ha debatido el patrimonio eclesiástico, el desarrollo local y la despoblación, a las que han asistido setenta delegados de las principales diócesis españolas para el debate y reflexión sobre un tema genérico de actualidad. La gestión del patrimonio en territorios despoblados, entre ellos la propia Diócesis de Barbastro-Monzón donde las posibilidades que ofrece el patrimonio eclesiástico ante la España vaciada son evidentes.

El empeño del obispo ha hecho posible que se celebren en Barbastro-Monzón. Temas como la despoblación se han tratado en ponencias porque el efecto es común. “Me siento conmovido por que nos hayan dado esta oportunidad porque somos la diócesis más pequeña de todas, tal vez los organizadores hayan pensado que tenemos el valor añadido de la capacidad creativa, la ilusión por que sea una Diócesis evangelizadora a través del patrimonio”.

Ángel Fernández, obispo de Albacete, observa la talla de Santa Ana (siglo XII) de Capella, salvada de la hoguera por un vecino.
Ángel Fernández, obispo de Albacete, observa la talla de Santa Ana (siglo XII) de Capella, salvada de la hoguera por un vecino.
A. H.

Las posibilidades que ofrece el patrimonio eclesiástico ante la España vaciada y formas de gestión han sido temas expuestos en las Jornadas que se han celebrado por primera vez en Barbastro y en la provincia de Huesca. El prelado planteó como sería posible poner el patrimonio eclesiástico al servicio de la España vaciada, muy extendida, para que beneficie a los habitantes de localidades de todas las diócesis no solo en el ámbito rural.

Las cifras del Turismo Religioso invitan al optimismo, aumentan las nuevas posibilidades del Turismo Familiar, “se trata de interrelacionar muchas circunstancias. De entrada, hay que estudiar a quién va dirigido todo. Aquí hay una minería para explotar muchas posibilidades y conseguir que vengan familias enteras. Creo que serían beneficiosas, en conjunto, y también el patrimonio religioso que es importante. Se trata de aplicar ideas para que la gente que vive en los pueblos tenga facilidades y se repueblen”.

En su opinión, “el turismo religioso aumenta cada vez y llena a la gente que busca experiencias diferentes, no se trata de un simple conocimiento aséptico sino de tener vivencias. Tenemos tres ingredientes únicos, naturaleza excepcional, patrimonio artístico, nuestra gente, acogedora y próxima. Además, la gastronomía”. En la misma línea, “no solo tenemos patrimonio, también una gran naturaleza y sobre todo, las personas que viven en el territorio. Hace siete años había proyectos que eran más sueños que realidad, este mes de junio hemos presentado más de veinte acciones realizadas y viables”, señala Ángel Pérez.

Consciente de que el patrimonio tiene finalidad litúrgica, evangelizadora y pastoral, a la vez que es necesario “aprovechar” todas las oportunidades, entre ellas la gran cantidad de personas que lo visitan. Se refiere al aspecto “diferente del cultural. En este momento, en un mundo secularizado, viene como turista y se marcha como peregrino en el sentido de que se priorizan valores concretos. El arte contribuye, pero no es todo porque tenemos naturaleza muy atractiva y sobre todo, las personas. No hay ruina consolidada, al contrario, se han realizado muchas cosas que hace siete años eran más sueño que realidad en la Diócesis”.

El proyecto Itiner Arte está entre las iniciativas del Obispado para favorecer el desarrollo en localidades del medio rural, “por supuesto y te dicen, ¡padre! ¿es posible?... claro y tendrá su recorrido como todos. Fíjate, ¿quién iba a pensar en el proyecto de Pulsera Turística que permite la posibilidad de visitar varios monumentos en Barbastro, por ejemplo. Hace siete años cuando vine a Barbastro era imposible visitar la torre campanario, hace una semana está abierta para visitas culturales. Son pasos del proyecto, extensible a otras localidades diocesanas. Dios echa una mano siempre”.

En esta línea, “el Museo ha sido como una caja mágica donde es posible recorrer toda la historia, recreada y valorada como un elemento vitalizador. Al mismo tiempo, tenemos el museo externo de cada uno de los diocesanos en el territorio. Cada uno de ellos son revulsivo para la cultura, el arte y la tradición”.

Respecto a la despoblación en la Diócesis, “sobre todo, me preocupan las personas, hay 109.000 habitantes en 254 pueblos y la reestructuración ha dio necesaria desde el deseo de servir más y mejor al pueblo para que nadie le falte la ternura de Dios. A través de la belleza, da igual que sea de la naturaleza o del patrimonio”.

Patrimonio al servicio de la España vaciada

El planteamiento que realizó el obispo para conseguir estas Jornadas se basó en “poner el patrimonio eclesiástico al servicio de la España vaciada, muy extendida, para que beneficie a los habitantes de localidades de todas las diócesis no solo en el ámbito rural, también en los centros históricos, en monasterios que se vacían. Se analiza la situación con objeto de buscar acciones e iniciativas y crear una red nacional para gestionar el patrimonio. El arte no debe entenderse sólo como bien material, en edificios, se hace extensivo a fiestas, costumbres populares y gastronomía”.

En este sentido, “se trata de interrelacionar muchas circunstancias. De entrada, hay que estudiar a quien va dirigido todo. Aquí hay una minería para explotar muchas posibilidades y conseguir que vengan familias enteras. Creo que serían beneficiosas, en conjunto, y también el patrimonio religioso que es importante. Se trata de aplicar ideas para que la gente que vive en los pueblos tenga facilidades y se repueblen”.

Es importante que las ermitas e iglesias estén bien cuidadas

ÁNGEL Fernández Collado, obispo de Albacete, presidente de la Subcomisión Episcopal para el Patrimonio Cultural de la Conferencia Episcopal Española opina que “es necesario, cuidar, mantener y valorar el patrimonio eclesiástico, buscar medios para que no se destruya sino que se proteja. En cualquier región y Diócesis es importante que las ermitas, iglesias y conventos estén cuidados, al servicio, para hacer Iglesia. Hay diócesis españolas que tienen muchas ermitas, algunas más de ciento cincuenta, eso supone mantener tejados en condiciones. Caminamos casi solos, debemos estar ahí para defender lo nuestro, valorarlo para que no se pierda”.

Respecto a la diócesis de Barbastro-Monzón, “la conozco por referencias que me ha dado el obispo Ángel Pérez pero somos conscientes de la situación y necesidad de cuidar su patrimonio extenso en un mundo rural, con mucha despoblación por lo que me han dicho. Además de cuidarlo, es necesario forzar a las instituciones porque los edificios de la Iglesia están al servicio de la cultura y del pueblo de Dios”.