Dos iniciativas singulares de emprendimiento en la Puebla de Roda

Después de formarse y trabajar en varias ciudades, las hermanas Carmen y Lola Naval han regresado a su pueblo natal para instalar un consultorio veterinario abierto a técnicas de medicina china y tratamientos novedosos y una empresa de cosmética natural, respectivamente. Se trata de dos propuestas insólitas para la Puebla de Roda, cabecera del municipio de Isábena y donde viven poco más de 70 personas, en su mayoría dedicadas al sector primario y el turismo.

El alcalde de Isábena, Joaquín Montanuy, precisaba que de los 250 habitantes del municipio, alrededor de 80 viven en la Puebla de Roda. "Sobre todo hay gente mayor y solo 15 tienen menos de 40 años", detalla, contento por la vuelta de jóvenes al pueblo, donde se intenta dar servicios para facilitar el asentamiento. "Llevamos unos años que no perdemos tanto y nos hemos estabilizado, pero cuesta crecer y mantener los servicios", apunta el alcalde.

En la Puebla de Roda, hay un colegio con una veintena de niños, contando los de la recién inaugurada escuela infantil a la que asiste el hijo de Lola. También hay consultorio médico, instalaciones deportivas. "Facilitamos lo que podemos", asegura el edil, satisfecho de que, al igual que estas dos hermanas, otras familias se hayan instalado en otros núcleos del municipio como Serraduy en los últimos tiempos.

A Carmen y Lola, el regreso a la Puebla de Roda les ha permitido reconectar con sus raíces, pero también crecer profesionalmente amoldando sus carreras -Veterinaria y Química respectivamente- a su entorno y a una filosofía de vida común por la cual suman a su base científica y su experiencia, cada una en su ámbito, la conexión con la naturaleza y la esencia vital.

S.E.

Carmen terminó Veterinaria en Zaragoza en 2009 y se fue al extranjero a hacer prácticas hasta que empezó a trabajar en la cooperativa de Ainsa al año siguiente. "Llevaba 8 años haciendo clínica y ves que con el antibiótico, el antiinflamatoprio y el antiparasitario está casi todo hecho. Pero poco a poco empiezas a observar que el animal tiene emociones, que le afecta el carácter del dueño y empiezas a hacer otras relaciones que en la carrera ni te nombraban y que afectan en el día a día".

Esa relación entre la manera de ser del ganadero y sus animales y encontrar las flores de Bach como vínculo entre la salud física y mental la llevaron a plantearse abrir su propio consultorio en la Puebla de Roda, "debajo de casa", en el año 2017. "Allí abrí mi consulta y me formé, empecé a estudiar medicina china y acabé en 2020". La valoración después de estos años es muy positiva. "Lo que mejor he hecho ha sido especializarme y mejor en mi pueblo, e un sitio pequeño no tienes competencia y es más económico montarte cualquier negocio", asegura, feliz de estar en su pueblo, con su familia.

Por su parte, Lola estuvo en dos empresas farmacéuticas en Zaragoza y Barcelona después de terminar la carrera de Química en la Universidad de Zaragoza. "Zaragoza es muy amable y me podría haber quedado a vivir, pero me fui a Barcelona y era demasiado grande. Estuve en una empresa de cosmética en Binaced, en I+D y Calidad y aprendí mucho, pero me tenía que quedar a vivir allí y tenía claro que o iba a Zaragoza o me volvía a la Puebla, así que me fue a Barbastro a Viña del Vero, donde estuve cinco vendimias y 4 años llevando calidad y medio ambiente, hasta que llegó el Covid".

En ese momento de pandemia, en el que su hermana intensificó su formación con nuevas técnicas, Lola también se replanteó los ritmos rápidos de trabajo en producción. "Las 13 canciones que me costaba llegar a Barbastro desde la Puebla se empezaron a hacer largas y no me veía subiendo y bajando a Barbastro toda mi vida". Y de ese momento de reflexión nació Naera Cuida, que abrió en agosto de 2023 también en los bajos de casa, enfrente del Consultorio Veterinario de su hermana. 

"Mucha gente viene a vernos a las dos porque compartimos filosofía de vida en lo que ofrecemos. Les guardo el perro mientras van a comprarle algún producto a mi hermana", comenta Lola divertida sobre este singular espacio de emprendimiento familiar que han creado en pleno corazón del Valle del Isábena.