La marcha ciclista da visibilidad al rechazo a la línea Laluenga-Isona

La marcha ciclista contra la línea de muy alta tensión Monzón-Isona, organizada por la Plataforma unitaria contra esta autopista eléctrica, tuvo este fin de semana una estupenda acogida y permitió visibilizar la oposición al proyecto y sumar apoyos. Durante el trayecto, de 130 kilómetros entre Laluenga y Figerola D’ Orcau (Lérida), se fueron realizando paradas informativas con muchas muestras de apoyo en Benabarre, Tolva, Peralta o Laluenga, en la salida.

“Me ha sabido a poco porque el contacto con la gente ha sido muy cercano. Hemos recibido acogidas muy calurosas”, explicó Dori Rami, de la Plataforma. A su juicio, el territorio ya está sensibilizado porque “es el tercer proyecto de autopista eléctrica que intentan hacer y a la gente le suena”, pero además, reconoce que las últimas amenazas en forma de plantas fotovoltaicas, relacionadas estrechamente con la línea, han sido el espaldarazo definitivo para que mucha gente se sume a la oposición. “Primero te tratan con simpatía y después con interés a ver cómo se está articulando la oposición”, apuntó.

Además del calor de los vecinos de los distintos pueblos, la treintena de ciclistas participantes, apoyados por un amplio operativo logístico, disfrutaron de muy buen tiempo en un trayecto que discurrió por la zona en la que está prevista la línea, pero buscando carretera asfaltada, principalmente, vías secundarias. Entre los participantes, tanto sobre las bicis como en los vehículos de apoyo, hubo una nutrida participación de la zona del Pallars, la parte catalana afectada por la línea, que se mostraron “sorprendidos con la acogida”, comentó Rami.

La primera jornada fueron 75,2 kilómetros desde Laluenga con paradas en Almunia de San Juan, Peralta, Benabarre y Tolva, fin de etapa. Este domingo, desde Tolva partieron hasta Puente de Montañana, Tremp y Figerola d’Orcau.