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SUPLEMENTO AGROALIMENTARIO

Pérdidas en el cereal por una plaga de conejos

En algunos puntos de la sierra de Alcubierre las afecciones rondan el 40 %

Las barreras físicas sirven para disuadir a los conejos y dan muestra de cuánto pueden afectar.
Las barreras físicas sirven para disuadir a los conejos y dan muestra de cuánto pueden afectar.
S.E.

El secretario general de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (Uaga), además de ganadero de ovino, productor monegrino y natural de Torralba de Aragón, José María Alcubierre, advierte sobre la “plaga de conejos que en Los Monegros está afectando a Perdiguera, Farlete, Monegrillo, Alcubierre, La Almolda, todo lo que es la Sierra de Alcubierre”, una problemática a la que se le agrega “la sequía que afecta a los agricultores en el centro y oriente de Aragón”, manifiesta.

Pudo haber problemas en la nascencia del cereal, pero con las lluvias de Semana Santa la cosecha se ha recuperado. El problema ahora es la incidencia de la plaga de conejos sobre el cultivo en estas zonas, cuyas pérdidas en la cosecha, por culpa de los conejos, rondan el 40 %.

“Se están implementando varias estrategias para controlar la plaga de conejos en las áreas afectadas, como la caza y control de población, los cazadores y autoridades locales están trabajando para reducir la población mediante la caza selectiva”, explica, si bien esto ayuda a mantener bajo control el número de conejos y minimizar los daños a los cultivos, no resulta muy efectivo.

“Los conejos comen el maíz cuando esta naciendo, incluso comen las hojas de árboles frutales, así que también han puesto barreras físicas, concretamente en Torralba de Aragón, donde se ve la diferencia de los dos lados de la barrera, uno completamente trillado por los conejos”, detalla Alcubierre sobre las barreras que pueden ser efectivas para proteger los cultivos.

También se están llevando a cabo estudios para comprender mejor el comportamiento de los conejos y su impacto en los cultivos. Esto ayuda a adaptar las estrategias de control de manera más efectiva. “El pasado año en un campo de Almudévar de 70 hectáreas, se comieron alrededor de treinta hectáreas, yo este año no he sembrado en veinticinco hectáreas porque estaban rodeadas de conejos”, señala.

Una situación muy preocupante contra la que luchan los agricultores monegrinos para controlar la población de conejos y minimizar los daños a los cultivos. A pesar de las medidas tomadas, las madrigueras de conejos persisten en algunas áreas, y las pérdidas en la agricultura continúan siendo significativas.

La resolución de esta plaga requerirá un enfoque integral, sostenible y que combine medidas a corto y largo plazo.