Avanzan los trabajos de la autovía A-23 en Sabiñánigo

El tramo de la autovía A-23 Sabiñánigo Este-Sabiñánigo Oeste, cuyo trazado discurre íntegramente por el término municipal de Sabiñánigo, “avanza cumpliendo con los plazos previstos. Afortunadamente, de momento no hay retrasos”, según explica a este periódico la alcaldesa Berta Fernández.

El movimiento de tierras para seguir dibujando el recorrido de este tramo, se centra ahora principalmente en la ladera de la carretera N-330 con accesos a los pueblos de Larrés y Cartirana, en este último se ha trazado una rotonda como conexión con la futura autovía, y cerca del pueblo de Aurín donde están previstas varias estructuras.

Desde que comenzaran los trabajos de este tramo en 2019, se han abierto tres rotondas, la de Aurín, que fue la primera, una segunda que se localiza en el punto kilométrico 629,455, en la carretera N-330 a la salida de Sabiñánigo desde la avenida de Biescas, y una tercera que se ubica en la carretera de Sardas, en el kilómetro 627,100. Y se sigue actuando en la plataforma del viaducto sobre el río Aurín de 936 metros de longitud.

En total se han previsto en este tramo de autovía unas 18 estructuras, de las cuales tres son viaductos sobre ríos o vaguadas profundas, cuatro sobre arroyos de menor entidad, cinco son pasos superiores de camino o carretera, tres son pasos inferiores de autovía, un paso inferior de vía pecuaria y dos estructuras de enlace.

En los trabajos de movimiento de tierras en las cercanías del pueblo de Aurín, la asociación vecinal de este núcleo dice que siente “tristeza y decepción” por no conservarse “un búnker de grandes dimensiones de la antigua fábrica de explosivos, donde se guardaban los explosivos que se fabricaban. Estos vecinos consideran que “era importante” el mantenimiento “de este patrimonio industrial”.