Iberfoil: del cierre, a 110 trabajadores e inversiones millonarias en 7 años

La fábrica Iberfoil de Sabiñánigo cumple 7 años de actividad desde que fuera adquirida por el grupo Alibérico, primera corporación familiar española y europea fabricante de productos semitransformados de aluminio.

El 14 de julio de 2014 “compramos en el juzgado de Huesca a la administración concursal los activos de la fábrica de Sabiñánigo, que permanecían parados. Compramos los terrenos, las naves y la maquinaria, y tres semanas después, el 4 de agosto, un lunes a las cinco y media de la mañana, 33 personas empezaron a trabajar en Iberfoil”, recuerda Clemente González Soler, presidente del grupo Alibérico. “Yo les estaba esperando en la puerta para saludarles cuando iban llegando”, continúa, y precisa que en tan solo dos días se consiguió arrancar una fábrica que llevaba inactiva varios meses. “El 14 de julio compramos y el 4 de agosto, casi dos semanas y media después, empezábamos a trabajar”.

Desde entonces, han pasado siete años, que han servido para incrementar y consolidar una plantilla que ahora asciende a 110 personas, casi todas con empleo fijo, y también para fortalecer el nombre de Iberfoil. “Iberfoil, en Europa, es ya una referencia de seguridad y de calidad”, afirma Clemente González Soler.

El presidente del grupo Alibérico explica que, en este tiempo, además de incrementar la plantilla, se han invertido unos 20 millones de euros en un nuevo laminador, denominado Edelweiss, y en la ampliación de instalaciones. “En la línea de producción de aplanado bajo tensión, el nuevo laminador consigue, a muy alta velocidad, dejar las bobinas de aluminio totalmente planas. Además, hemos construido una nueva nave de producción de 4.500 metros. Todo ello ha supuesto la consolidación de una empresa que hoy en día es la única que hay en España de laminación de hoja fina en espesores finos de aluminio”, señala Clemente González Soler, quien precisa, además, que en la fábrica de Sabiñánigo se trabaja el aluminio con un espesor mínimo de hasta 6 micras, para ser empleado después en embalajes y envases de farmacia y alimentación.

Más de la mitad de la producción de la fábrica de Sabiñánigo se exporta a Europa y, en menor medida, a EE.UU. “Iberfoil es sinónimo de garantía de calidad y de fiabilidad de suministros en un momento, además, en el que hay problemas de escasez mundial de aluminio y los precios se han disparado, explica Clemente González Soler. Precisamente, para garantizarlos, esta fábrica prepara actualmente nuevas inversiones. “En una primera fase, invertiremos 42,3 millones de euros para construir una fábrica nueva en una parcela de 45.000 metros cuadrados situada en la parte posterior de las actuales instalaciones”, declara.

Desde sus inicios, Iberfoil ha apostado por el futuro y ha realizado inversiones en I+D que han permitido a la compañía un gran crecimiento tanto en cuota de mercado como en nuevos productos. “Por ello, podemos ofrecer una amplia gama de productos de aluminio, que van desde las 6 micras a los 6 mm de espesor, además de bobinas de aluminio de hasta 1.700 mm de ancho”, explica Clemente González.

“Gracias a las inversiones, a las personas, a la tecnología y a la organización del grupo Alibérico, hemos aportado seguridad, estabilidad y garantía de futuro a unas instalaciones con casi cien años de historia en el mundo del aluminio”, concluye.

El grupo Alibérico es uno de los principales referentes mundiales en la industria de transformación del aluminio, con presencia en más de 80 países. Posee fábricas en 4 continentes y oficinas comerciales por todo el mundo, con el objetivo de estar siempre cerca de todos los mercados en los que opera.