Isaac Claver: “Monzón tiene una hoja de ruta clara con el plan estratégico, no a golpe de improvisación”

Fue el alcalde más joven de la historia de Monzón y de las principales localidades de Aragón en 2019. Abogado de profesión, tras trabajar en los despachos de Garrigues y Cuatrecasas, regresa a su ciudad, donde siempre ha estado vinculado al sector empresarial porque su padre fundó una pyme dedicada al tratamiento de la madera, Barnimo. Ahora, con 34 años, su apuesta es quedarse y, por ello, se presenta de nuevo por el Partido Popular.

Con esa experiencia, ¿qué aporta el alcalde? ¿Cuál es su visión empresarial?

—El año en que nací, mi padre fundó la empresa. Esos valores del esfuerzo y el sacrificio los he vivido desde pequeñito, ya que iba a trabajar los veranos; y esa es la aportación que quise traer al Ayuntamiento. Tratamos de aplicar una visión empresarial con unos objetivos claros, con un plan estratégico. Ese amor a mi tierra es el que hizo que volviera. Ese planteamiento para representar a nuestra ciudad es el que acepté con toda la ilusión y cuatro años después renuevo esa ilusión y decido continuar en la política, pero en Monzón no hablamos tanto de política sino de un proyecto de ciudad.

¿Qué tiene Monzón para que crezcan las empresas?

—Esta pregunta me gusta porque a veces me la hacen en foros empresariales en Madrid. Estamos en una posición estratégica, entre Zaragoza y Barcelona, conectados por autovía, transporte ferroviario...; tenemos una tradición desde los años 20, con la Azucarera, las industrias químicas, y toda la local que se fue generando…; pero lo que más me gusta destacar es que tenemos “rasmia”, ese atributo que hace seamos tierra de emprendedores, de valientes, de gente que decide dar el paso para montar su empresa. Esa seña de identidad de Monzón ha hecho que estemos donde estamos como ciudad, que nuestros empresarios sean una referencia de lo local a lo global. En la propia camiseta de la SD Huesca lo tenemos: Cosehisa, Alumbra..., la DPH -que somos todos-, y hasta en el deporte está el sector empresarial involucrado con responsabilidad social.

¿Cuántos proyectos de empresas hay en desarrollo?

—Tenemos muchos proyectos encima de la mesa y muchas ampliaciones. Por citar algunos nombres, Alvipre, Metalogenia, Polidux, grupos locales como Tatoma o Defeder. También están Automóviles Cabrero, Construcciones Espías... y tantas empresas que están siendo referencia. Estamos en un buen momento, se percibe la ciudad como fuerte, atractiva, dinámica, y eso es lo que nosotros queríamos cuando llegamos al ayuntamiento.

¿Cómo contribuye el Ayuntamiento? ¿Existe colaboración público-privada?

—Al Ayuntamiento se nos tiene que percibir como un socio estratégico más. Es verdad que a veces para cualquier trámite las administraciones públicas son lentas, pero queremos ser un socio más de las empresas, de los agentes, los vecinos, queremos ser partícipes y remar juntos para conseguir el objetivo de crecer y avanzar juntos. Desde el Ayuntamiento hemos lanzado iniciativas público-privadas y con Tatoma, por ejemplo, hemos puesto en marcha una para el comercio y 100 % ecológica: el ecoreparto.

Se cumplen 100 años de La Azucarera, un símbolo de Monzón, ¿que idea tiene el alcalde para rehabilitarla?

—Sí, es un símbolo. Se cumplen 100 años de la construcción de todo el complejo, desde 1922 a 1925. Monzón carece de un espacio singular, para la celebración de congresos y ferias. La actual nave de La Azucarera se nos ha quedado obsoleta y el año pasado presentamos un proyecto serio a los fondos europeos, que está a punto de salir esa resolución, y lo marcamos dentro de un plan estratégico. Aquí es donde quiero aportar la visión empresarial desde el Ayuntamiento, porque en muchas ocasiones los ayuntamientos van acometiendo acciones, pero sin un punto fijo; y en cualquier empresa trazas un plan, una hoja de ruta, y te marcas unos objetivos y cómo alcanzarlos. Vimos que era esencial trazar ese plan estratégico de ciudad, MiMonzón 2030, que además nos permite optar a fondos europeos. En Monzón, hemos conseguido 2 millones y nos quedan pendientes de resolver unos 2,5 millones.

¿Demostrará que se puede ser ciudad industrial y sostenible?

—Somos una ciudad empresarial. El PIB industrial está cercano al 40 %, cuando en Aragón ronda el 15 % y en España no llega. Pero las ciudades tienen que adaptarse a los nuevos contextos y en este plan estratégico tratamos aspectos como el modelo de ciudad, la sosteniblidad de los recursos, la movilidad... Monzón tiene claro hacia dónde quiere avanzar y con una hoja de ruta clara es más fácil conseguir los objetivos, de otra forma iríamos a golpe de improvisación, de elecciones cada cuatro años. Que todos rememos en la misma dirección permite ver ese horizonte para ser sostenible, inclusivo, lograr una sociedad y una calidad de vida mejor.

Monzón ha batido un récord y ronda los 18.000 habitantes. ¿Por el impulso del que habla?

—El dato es relevante y significativo. De 2015 a 2018 perdimos 199 habitantes y desde 2019 hemos recuperado. Cerramos 2022 con 17.650, histórico, y con los datos anticipados de 2023 estamos en 17.829. Eso no es labor del Ayuntamiento, su labor es tener una ciudad dinámica y activa. El perfil de un alcalde, de un equipo de gobierno, se demuestra también en el perfil que hay detrás de una ciudad; y esto es labor de todos. Si se percibe Monzón como una ciudad atractiva, donde hay empleo, oportunidades y calidad de vida, la gente se asentará.

Se presenta de nuevo a la Alcaldía, ¿hacia dónde quiere ir y qué retos tiene?

—Continuar con el plan estratégico con los fondos europeos para transformar y mejorar nuestra ciudad y seguir aportando al sector empresarial y comercial. Nuestro proyecto está claro: sentimos nuestra tierra, queremos lo que hacemos, tenemos ese orgullo de ser de Monzón y queremos que nuestra ciudad vaya a más, que nos perciban como un aliado en el día a día y poder llevar el nombre de Monzón a lo más alto