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TRANSPORTE FERROVIARIO

Próxima parada, nueva estación de Canfranc

El canfranero llegó a la nueva terminal de viajeros el jueves en un momento histórico que ha impulsado el Gobierno de Aragón

El consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, en la nueva estación de Canfranc.
El consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, enla nueva estación de Canfranc.
Eduardo Ezequiel

El pasado jueves se escribió una nueva página en la historia de la explanada de los Arañones. Ocurre pocas veces, pero en esta ocasión, la monumental estación de Canfranc no fue la protagonista sino una espectadora más. El canfranero partió como cada mañana desde Zaragoza pero entró, haciendo sonar con abundancia el silbato de la cabina, directamente a la nueva estación de viajeros. Atravesaba por primera vez estas vías y lo hizo más acompañado que nunca, con unas cincuenta personas a bordo viviendo el momento histórico y con decenas de personas, móvil en mano o mano con mano en un aplauso, esperando en el nuevo andén.

Entre los viajeros, el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, artífice y cabeza visible del equipo que impulsa, desde el Gobierno de Aragón, el proyecto de recuperación de la explanada ferroviaria. La nueva estación de viajeros y la nueva playa de vías son dos infraestructuras prioritarias para poder llevar a cabo otras obras en el conjunto del espacio.

Una vez quede liberado el espacio de vías que se sitúa junto al río Aragón, ya pueden comenzar las obras de urbanización frente al edificio histórico. Las obras de urbanización de la explanada de Los Arañones suponen la intervención en un total de 131.906 metros cuadrados que serán destinados a uso público.

La zona se dotará con servicios para el abastecimiento de agua, saneamiento, riego, telefonía, electricidad, alumbrado, pavimentos rodados y peatonales, jardinería, áreas de juegos, etcétera, siguiendo un criterio básico de reutilización del material ferroviario móvil posible y reubicándolo en el nuevo espacio urbano.

El consejero Soro ha explicado que “el objetivo es crear un espacio público que recuerde la esencia ferroviaria de Canfranc, que sirva como espacio de esparcimiento y que acerque a la ciudadanía al edificio histórico”.

"El objetivo es crear un espacio que recuerde la esencia ferroviaria"

Las obras de urbanización tienen un presupuesto de 6 millones de euros y servirán para acondicionar toda la zona que rodea al edificio histórico y la zona entre las dos estaciones.

El paralelo a estos trabajos se desarrollarán las obras en el interior de la Estación Internacional de Canfranc con una inversión de 7 millones de euros. Ahí se creará un hotel con 105 habitaciones y espacios comerciales y de hostelería que se explotarán en régimen de alquiler y sin que el Gobierno de Aragón pierda la titularidad del edificio en ningún momento.

La actuación en los exteriores del edificio ya son una realidad, con una inversión cercana a los 5 millones de euros y contando con parte de financiación del 1,5% cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, se le ha devuelto su aspecto original. La intervención ha supuesto la restauración de fachadas, sustitución de carpinterías, restauración de la marquesina original, rehabilitación de los antiguos andenes. “Una actuación que respeta la estética del edificio adaptándola a la normativa actual de sostenibilidad y eficiencia” ha indicado Soro.

“La nueva playa de vías y la nueva estación van a ser un estímulo y un impulso para seguir avanzando juntos en el resto de nuestros objetivos”, ha señalado el consejero Soro y entre ellos ha destacado la reapertura de la línea internacional de Canfranc.

"La nueva playa de vías y la nueva estación van a ser un estímulo"

En este sentido, José Luis Soro ha explicado que la nueva playa de vías y la nueva estación están construidas de manera polivalente, para que puedan adaptarse a las futuras necesidades del tráfico internacional de manera que “en unos pocos años, cuando reabramos el túnel no serán necesarios los transbordos de mercancías o de viajeros porque Canfranc sí que será una sola línea ferroviaria internacional plenamente interoperable entre Zaragoza y Pau”.

"Cuando se reabra el túnel no serán necesarios los trasbordos"

Soro ha recordado que, hasta 1970, “los casi 8 kilómetros de túnel nos conectaban con Francia, pero los 23 centímetros que diferencian el ancho ibérico y el internacional nos seguían distanciando; los trenes llegaban a Canfranc del Norte y del Sur, pero tenían que dar media vuelta”.

La nueva estación de viajeros ocupa una superficie de 1.413 metros cuadrados y se ubica en lo que era el antiguo hangar francés. Se ha diseñado con un cubo, diáfano y funcional en el que poco a poco se irán incorporando servicios. Cuenta con un espacio destinado a cafetería, las taquillas, baños y espacios libres. En el antiguo hangar español se han colocado los andenes de 200 metros y las dos vías principales para el tráfico de viajeros. Unos andenes que están conectados a través de un paso inferior al que también se puede acceder a través de un ascensor.

Soro ha explicado que “era fundamental preservar, como estamos haciendo con todos los edificios ubicados en la explanada, la forma y naturaleza estética de estos hangares” y para conseguirlo se ha recuperado la estructura original, un entramado metálico que en estos momentos ya no tiene una función estructural sino estética e histórica. Sobre ella, la nueva estructura con la anchura adecuada para las nuevas vías.

Los trenes ya circulan por las nuevas vías, tres destinadas a viajeros y cuatro a mercancías y cuentan con ancho de vía traviesa polivalente y con todos los parámetros de seguridad y control necesarios.

Unas instalaciones modernas que “están preparadas para enlazarse de nuevo con la vía que atraviese de nuevo el túnel del Somport”, ha señalado Soro.

Durante el acto oficial de inauguración, que presidió el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, y el presidente de Aragón, Javier Lambán, se habló mucho de la reapertura de Canfranc, de símbolos y de desarrollo económico. De la necesidad de continuar avanzando para que en 2025 la línea internacional sea una realidad. Sentir Canfranc es soñar con un futuro mejor para Aragón.

Varias autoridades recibieron este recuerdo inédito el jueves pasado.
Varias autoridades recibieron este recuerdo inédito el jueves pasado.
Eduardo Ezequiel

Tirafondos originales

Durante el acto de inauguración se hizo entrega de una pequeña escultura formada por tres tornillos tirafondos originales, unas piezas de 1922 destinados a mantener unidos los elementos de la antigua vía de la línea de Canfranc. Tal y como ha explicado el consejero José Luis Soro es “el símbolo de la unión entre el ferrocarril, los lugares que atraviesa y el desarrollo que genera, pero también el símbolo de la unión de las administraciones, los gobiernos de España y Aragón y el ayuntamiento de Canfranc para hacer posible el momento que vivimos”. Este recuerdo inédito lo atesoran, además del consejero, el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos; el presidente de Aragón, Javier Lambán; la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera y el vicepresidente de Nouvelle Aquitania, Bernard Uthurry.

El pasado jueves fue un día cargado de simbología, en el tren, Alfonso Marco, ferroviario y escritor, subió al tren para cubrir el momento histórico y hacer de cronista para la revista “Vía Libre”. Aprovechó para entregar al consejero una lámina conmemorativa de la fachada de la Estación Internacional de Canfranc.

También durante el viaje se sucedieron las charlas, las anécdotas y los recuerdos. Soro recordó que su primera intervención como consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, en 2015, fue precisamente en Canfranc, en el acto reivindicativo por la reapertura. Ese día también subió en el canfranero. “Teníamos que atrevernos con esto, ser audaces y recuperar Canfranc del olvido”, indicó.

También el presidente Lambán, tuvo un detalle con el ministro de Transportes, como prueba del deber cumplido y de la obra realizada le hizo entrega de una réplica de la compuerta accionada por el Rey Alfonso XIII en 1906 con motivo de la inauguración del Canal de Aragón y Cataluña.