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TRIBUNALES

Los jóvenes de Castiello de Jaca "ni conocían la casa ni forzaron la puerta"

Sucesivas fiestas y botellones, a las que acudieron por diferentes motivos, dieron origen al incendio del 17 de abril de 2022

Juicio a los jóvenes de Castiello de Jaca.
Juicio a los jóvenes de Castiello de Jaca.
Javier Navarro

Ni conocían la casa ni forzaron la puerta ni tenían relación entre sí. Los testimonios de los jóvenes que están siendo juzgados en la Audiencia Provincial de Huesca por un jurado popular acusados de un delito de allanamiento de morada en una vivienda de Castiello de Jaca, durante la Semana Santa de 2022, han seguido un relato similar. 

Casi una quincena de jóvenes del pueblo quedaron las noches del 14 y 15 de abril, subieron a una casa desconocida e hicieron botellón allí hasta las 04:00 de la mañana. A su vez, aseguran que la puerta estaba abierta, permanecieron en el salón y no robaron nada.

La fiscalía solicita un año y seis meses de prisión a los cuatro acusados por los hechos. Por el incendio ocasionado posteriormente en la casa el 17 de abril, el juzgado de menores de Jaca enjuicio a otros cuatro jóvenes (entre los 14 y los 17 años) y sentenció a sus padres a afrontar el pago de casi 700.000 euros al propietario y a la aseguradora del inmueble que quedó reducido a escombros.

La segunda de las cinco sesiones por el supuesto delito de allanamiento de morada ha dado comienzo este lunes. Los cuatro abogados se adhirieron a una propuesta común de protesta por la emisión de imágenes de la casa, “nada que ver con los delitos que se están juzgando”, han valorado, puesto que corresponden a los hechos acontecidos al 17 de abril, y no a los ocurridos los días 14 y 15. Por ello, han sostenido, “se vulnera el principio de defensa”, precepto que ha rechazado la jueza.

Testimonios

En su defensa, A.G., 20 años cuando se produjeron los hechos, ha alegado que, tras quedar previamente por un grupo de whatsapp, entró la noche del 14 a la vivienda alentado por J.R., menor y residente en Castiello de Jaca. “Seguí al grupo, había de todas las edades y no nos conocíamos todos”, ha valorado. Una vez allí, advirtió que tanto la puerta del jardín como la principal estaban abiertas y que J.R. “entró con convicción”, por ello no pensaron que estaban cometiendo un delito. Hicieron botellón en el salón, fotos y vídeos, pero a las 04:00 horas su padre le llamó y, junto a su hermana, regresaron a casa.

Por su parte, T.I. entonces 19 años y de vacaciones con su familia, salió con su primo la noche del 15 a dar una vuelta. Ha asegurado no estar en en ningún grupo de whatsapp y no conocer a nadie salvo a una chica, con la que quedaron en la iglesia y les llevó a la casa. “Estaban las puertas abiertas, las luces dadas y la gente bebiendo y hablando”, ha apuntado, reconociéndose en una foto de las pruebas de la fiscalía y asegurando que “no se movió del salón” y que se fue pronto porque se aburría y le parecían “cosas de críos”.

En tercer lugar, a J.A.C. le invitaron las noches del 14 y 15. No recuerda quien lo hizo ni quien le abrió la puerta porque “ha pasado mucho tiempo”. Sí que la fiesta ya había empezado y que no conocía a nadie porque “sus dos amigos del pueblo no estaban”. Se ha reconocido en las fotos aportadas por el ministerio fiscal y ha dicho que no cogió ningún objeto de la casa. No se preguntó, ni él ni los tres acusados restantes, a qué casa estaban entrando o de quién era.

Finalmente, L.B. que cumplió 18 años dos días antes de los hechos, ha indicado que acostumbra a ir a Castiello porque sus abuelos tienen casa allí. Estaba en el grupo de whatsapp y quedaron después de cenar. “Ir a la casa fue idea de J.R. y todos aceptamos porque hacía frío”, ha valorado, además de que ha incidido en que la puerta estaba abierta y la casa parecía deshabitada. No accedió a la bodega, estuvo en el salón y se fue. Posteriormente, su padre le informó que había habido un incendio.