La Litera

COLABORAN: CAJA RURAL DE ARAGÓN Y DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUESCA

La potencia de los tambores de Azanuy, con tantos niños en la banda como en la escuela

#CONTRALADESPOBLACIÓN

El grupo, que este año ha creado una sección infantil, lleva al nombre del pueblo por doquier.
El grupo, que este año ha creado una sección infantil, lleva al nombre del pueblo por doquier.
Banda de Tambores y Bombos de Azanuy.

LOS BOMBOS y tambores de Azanuy acompañarán esta tarde la procesión del Silencio después de dos años de parón y, por primera vez, con once niños en sus filas por la reciente creación de la sección infantil. En esta localidad de La Litera de unos 172 vecinos, según los últimos datos del INE, la agrupación supera los treinta miembros. De hecho, hay incluso más niños en la banda que en la escuela, a la que asisten diez. Con los hombres que esta noche portarán la cruz y las mujeres que llevarán La Dolorosa (en realidad, es una Piedad), el porcentaje de vecinos implicados es muy llamativo. Azanuy vive con intensidad sus actos de la Semana Santa, en la que destaca el Vía Crucis con sus propios cantos.

La Pasión puede con las consecuencias de la despoblación, aunque en este caso Azanuy es una de las localidades que ha conseguido invertir la tendencia de caída y, en los dos últimos años que registra el INE, ha ganado 10 vecinos. “Mucha gente joven se está quedando y también hay gente de fuera que venía aquí, que ha encontrado trabajo. En torno a los 30, somos bastantes”, comenta la presidenta de la Banda de Bombos y Tambores, Aurora Avellana.

Este grupo aglutina a muchos jóvenes que encuentran en los ensayos una excusa para juntarse e incluso para hacer actividades fuera. “Cuando nos invitan a un sitio, es raro que no vayamos”, comenta, y recientemente estuvieron tocando en Monzón. La banda se creó en 2005, “a partir de unos vecinos que comenzaron con el tambor o lo que tuvieran en casa como para hacer un poco de ruido, y después se contrató a un profesor”, indica. Cuando este último ya no pudo seguir, Javi y Ana, que están desde el inicio, se ocupan de la enseñanza. Ahora, con un grupo de unos 20 o 22 adultos y la sección infantil, a la que acuden aproximadamente la mitad de los alumnos de la escuela de Azanuy y otros de familias vinculadas al pueblo que van los fines de semana, que es cuando se juntan a ensayar. Anoche, al cierre de esta edición, debían romper la hora.

Este Viernes Santo comenzará con el Vía Crucis, desde la iglesia de la Asunción hasta la ermita de Santa Bárbara, un recorrido jalonado por las 14 estaciones, marcadas con un pilar de piedra de más de dos metros rematado con una cruz de hierro y con los números romanos correspondientes. Hombres y mujeres se alternan para portar la cruz de madera con el Cristo, pero la singularidad de este Vía Crucis son sus cantos: “Verónica compasiva, limpia la divina faz, de polvo, sangre y saliva de mi soberbia procaz. Por vuestra pasión sagrada, adorable Redentor, perdonad el alma penada de este pobre pecador” u “En el sepulcro reposa el cuerpo del Salvador. Encerrado con su losa quisiera morir de amor. Por vuestra pasión...”.

Estos cantos se remontan, según los vecinos, a los años 40, cuando los introdujo el párroco Miguel Huguet y no se tiene conocimiento de que canten en otros pueblos del entorno. En Azanuy es un acto muy popular, explica Mari Carmen Monter, de la Asociación Nuestra Señora de la Asunción, grupo que se ocupa de mantener la iglesia y que llevará esta noche en procesión a la Dolorosa. Tienen que ser un mínimo de 12 para turnarse pero, aunque dice que muchas jóvenes están en la banda, tampoco tienen problemas para cumplir con la tradición.

“Hubo años de bajones en el pueblo, pero ahora la gente se queda y hay 10 niños en la escuela”, comenta. Aurora, por su parte, estudió Químicas en Zaragoza pero buscó trabajo en la zona porque quería quedarse, y va a hacer diez años en el laboratorio de Agropienso. “Mi objetivo lo tenía muy claro”, asegura. Y de ahí no se mueve.