Monegros

COLABORAN: DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE HUESCA Y CAJA RURAL DE ARAGÓN

“Desde mayo han llegado dos familias: Robres tiene futuro”

#CONTRALADESPOBLACIÓN

Carlos Anoro, de Sariñena, y Olga Valdovinos, de Castejón de Monegros, han abierto su farmacia en Robres.
Carlos Anoro, de Sariñena, y Olga Valdovinos, de Castejón de Monegros, han abierto su farmacia en Robres.
Marga Bretos

Un “establecimiento básico”, “de interés público”. “El único establecimiento sanitario cercano a la población” son las farmacias rurales, un servicio esencial que, además de la tipología de sus clientes, mayores, algunos viviendo en soledad y con escasos recursos económicos, en muchos casos, hace que aspectos como la atención farmacéutica o la educación sanitaria comunitaria sean el pan nuestro de cada día. La realidad es que esta pareja de farmacéuticos rurales ejerce por su profesionalidad, su enorme vocación y su espíritu de servicio y Olga Valdovinos y Carlos Anoro, monegrinos, de Castejón de Monegros y de Sariñena, respectivamente, cumplen con todas estas reglas. “Tras una larga experiencia en farmacias de Aragón, nos hemos instalado en Robres para ofrecer el mejor servicio y asesoramiento a todos sus vecinos”, dicen entusiasmados con vivir en este pueblo, “donde nos han acogido con los brazos abiertos y a nuestros hijos más todavía”.

25 años como profesionales en farmacia les avalan, así como una formación continua. Olga se ha formado en dermatología aplicada en la atención primaria y Carlos, en ortopedia, nutrición y entrenamiento.

“El médico en Robres, desde este verano, no viene todos los días, y la farmacia es el punto de acceso a la sanidad, así que ayudamos en lo que podemos porque hay mucha gente mayor y que no usa la informática. Hacemos lo que es impensable en una ciudad, ofreciendo servicios fundamentales”, comenta Carlos, que encuentra más ventajas en el pueblo que en una ciudad. “La gente es muy agradecida, nos traen tomates, huevos… todos somos monegrinos y ya se sabe, el carácter monegrino es único, abierto y generoso”, describe.

Como desventaja, los farmacéuticos de Robres, como todos en Los Monegros manifiestan la falta de buenas carreteras. “Estamos en medio de Zaragoza, Lérida o Huesca y tenemos las peores carreteras de todo el país”, si bien subrayan: “aquí se vive de maravilla, mis hijos disfrutan y juegan todo el día en la calle, como cuando nosotros éramos pequeños, la mejor forma de crecer, además. Desde mayo han venido dos familias nuevas, Robres tiene mucho futuro”, aseguran Olga y Carlos.